"Han sido unas negociaciones intensas y complejas, prolongadas en el tiempo", explicó el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en la presentación de Gareth Bale. "Pero quiero agradecer al Tottenham la posibilidad de poder contar con él", añadió en máximo dirigente madridista.
Sorprende que Florentino le agradezca a Daniel Levy haberle traspasado a Bale, cuando sabido es, y a los hechos basta con remitirse, lo mucho que ha costado que el galés haya recalado en el Santiago Bernabéu. Mucho, en tiempo y, sobre todo, en dinero.
Mientras ni Real Madrid ni Tottenham han hecho oficial el montante final del traspaso de Bale, e incluso se asegura que no lo harán en virtud de un acuerdo de confidencialidad incluido en la negociación, sorprende que mientras desde el entorno del club español se habla de 91 millones de euros, en Inglaterra los millones se elevan a 101. Parece evidente que una de las versiones no se corresponde con la verdad.
Para explicar esos 10 milllones de diferencia hay cuestiones técnicas, como el hecho de que la cantidad final a pagar por el Madrid dependerá de si la operación se ha cerrado en libras o en euros. Es decir, que la fluctuación de la moneda puede encarecer o abaratar el pago, sobre todo cuando éste se hace a plazos. También influye el pago de los intereses por las cantidades aplazadas.
Sin embargo, hay otro aspecto que también influye en el hecho de que el Real Madrid no quiera hacer público lo que ha costado Gareth Bale, al tiempo que desde Concha Espina se filtra la cantidad de 91 millones, y es el hecho de que Cristiano Ronaldo, cuya renovación sigue teniendo pendiente Florentino, siga siendo el fichaje más caro del conjunto blanco, con 96.
"Quiero dejar muy claro la convicción de Bale, que ha sido esencial para que su llegada sea una realidad", explicó Pérez en la presentación del galés. "Una firmeza de inmensa solidaridad, anclada en los deseos de un niño de Gales que vestía la camiseta del Real Madrid. Gareth, este momento con el que soñabas de pequeño es una realidad", le dijo al jugador.
Por su parte, el galés, que se atrevió con el castellano, fue más escueto. "Es un sueño hecho realidad, espero poder ayudar al equipo a tener éxito y ganar la Décima", afirmó feliz Bale. Preguntado por Cristiano, y al igual que Neymar en su llegada al Barça, Garth lo dejó muy claro: "Él es el jefe, quiero aprender todo lo que pueda de él. No creo que necesite ayudarle, ha demostrado que es el mejor del mundo. Estoy deseando empezar este desafío".