Amnistía Internacional (AI) ha querido aprovechar el partido amistoso que jugarán este sábado en Malabo las selecciones de fútbol de España y Guinea Ecuatorial para denunciar el "oscuro historial de Derechos Humanos" del régimen de Teodoro Obiang Nguema y, más concretamente, para reclamar la liberación del preso de conciencia Agustín Esono, encarcelado desde hace más de un año por motivos políticos.
En un comunicado, AI ha recordado este miércoles que es costumbre suya aprovechar los eventos deportivos para hacer campañas de denuncia sobre la situación de los Derechos Humanos en los lugares donde se celebran, como las que ha llevado a cabo con motivo del GP de Fórmula 1 en Bahréin, los Juegos Olímpicos de Pekín (2008) y Londres (2012), los inminentes Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, en Rusia (2014), y los Mundiales de Fútbol de Suráfrica (2010) y Brasil (2014).
"Pese a las reiteradas promesas de mejorar la situación de los Derechos Humanos en el país realizadas por el gobierno de Teodoro Obiang, en el poder desde que encabezó un golpe de Estado en 1979", Amnistía Internacional ha denunciado este miércoles "el oscuro historial que hay detrás de estas promesas".
Entre los abusos denunciados, Amnistía ha llamado la atención sobre las restricciones a la libertad de prensa, expresión y manifestación y ha asegurado que, pese a que la Constitución garantiza estos derechos, "se restringen de forma rutinaria en Guinea Ecuatorial".
Asimismo, la organización ha denunciado la vigencia de la pena de muerte y ha recordado que en 2010 se produjeron cuatro ejecuciones, "las últimas de las que se tiene noticia". Sin embargo, la organización ha asegurado que una persona fue condenada en 2012 a la pena capital y que la pena de muerte "se ha aplicado a opositores políticos condenados por delitos contra el Estado".
AI ha advertido también del acoso y la privación de libertad de que son objeto los activistas y defensores de Derechos Humanos, una represión que se intensifica "en el contexto de la celebración de elecciones o antes de otros eventos importantes". Estas personas, a las que "no es raro" que les acuse de "tratar de desestabilizar el país", permanecen en prisión durante "un tiempo indeterminado de días o meses", ha proseguido. "A menudo se hostiga y persigue a familiares de los activistas para obligar a estos a entregarse a las autoridades", ha añadido.
El informe de la organización denuncia también "es una práctica habitual transferir a activistas políticos a cárceles o comisarías de policía de otras ciudades en secreto, donde permanecen en régimen de incomunicación durante algún tiempo, convirtiéndose, en la práctica, en víctimas de desapariciones forzadas". "En todos los casos conocidos por Amnistía Internacional, las autoridades se niegan a reconocer que mantienen a estas personas bajo su custodia ni a revelar su paradero", ha asegurado.
Amnistía ha denunciado también la "impunidad casi total" de que gozan los policías y soldados "cuando cometen homicidios ilegítimos, incluso ejecuciones extrajudiciales". "Desde 2009, varias personas, incluidos extranjeros, han muerto en los bloqueos de carreteras después de negarse a pagar sobornos", ha asegurado. "No se han realizado investigaciones sobre la mayoría de estos casos", ha advertido.
Fly Emirates, Qatar Airways y Azerbayán
Tampoco son un dechado de virtudes tres países que son el principal sostén económico de los principales clubes españoles: Real Madrid, Barcelona y Atlético.
Florentino Pérez presume de haber convertido al Madrid en el club más rico del mundo y saca pecho del multimillonario acuerdo comercial con Fly Emirates, aerolínea estatal de Emiratos Árabes Unidos (EAU). Lo mismo hacen Rosell respecto a Qatar Airways y Cerezo con Azerbayán, patrocinadores principales de Barcelona y Atlético respectivamente.
Los tres presidentes miran para otro lado y no parecen querer saber que los goberantes de EAU, Cátar y Azerbayán poseen mucho dinero, pero poca humanidad. Porque, según varias organizaciones internacionales, no respetan muchos de los derechos de sus respectivas poblaciones.
Por ejemplo, Reporteros Sin Fronteras sitúa a estos tres países entre aquellos donde menos libertad de expresión existe. En concreto, en una lista de 179, Qatar ocupa el lugar 110, Emiratos, el 114 y Azerbayán, el 156. Peor aún es el caso de Guinea Ecuatorial, casi en el vagón de cola en este aspecto. Es la decimocuarta nación de las 179 donde peor es tratado este derecho fundamental. Se ve que a la Federación Española le da igual.
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