El Real Madrid se juega la Liga en Balaídos, donde los blancos fueron ya eliminados en Copa. Este partido, suspendido el pasado 5 de febrero por el desprendimiento de una cubierta de Balaídos, emerge en la recta final del calendario blanco como un escollo peligroso. Un obstáculo, el penúltimo, que separa a los Zidane de entonar el alirón liguero.
Los celestes llegan fundidos a este final de temporada, tras dejarse la vida en una Europa Liga que ha sido cruel con este Celta jugón. Los de Berizzo cayeron en semifinales ante United tras empatar en Old Trafford un partido que debían haber ganado. Los vigueses vuelven a estar en el foco, como posibles jueces de la Liga, y quieren aprovechar ese circunstancia para decidir el nombre del campeón. Si quieren ser protagonistas directos deberán ganar al Real Madrid, única de las opciones que entregaría la iniciativa al Barcelona en la última jornada.
En Madrid los ánimos están muy caldeados y Florentino Pérez ha puesto a trabajar a la "Caverna Mediática" que ya denuncia primas a terceros y muestra su indignación porque Berizzo pondrá al mismo once que bailó al United en El Teatro de los Sueños. Por eso ponen la venda antes de tener la herida y ya hablan de Liga adulterada si los de Zidane salen trasquilados de Balaídos.
Sin embargo, lo cierto es que los de Zidane llegan en un buen momento de juego, con Cristiano luciendo en los minutos claves y un banquillo en el que Asensio es la cara amable y Morata el ceño fruncido. El 9 no esconde su enfado por las escasas oportunidades de las que dispone pese a su efectividad.
Isco, en su versión más vistosa, volverá a ser titular y Varane entra por un Nacho al que una tarjeta inexplicable deja en Madrid. En el Celta, los once de Manchester jugarán su particular 'final' ante este Real Madrid que sabe que si pega primero tendrá mucho camino recorrido, porque el reloj correrá en contra de un rival que tirará más de corazón que de unos castigados pulmones.
Se enfrentan la excelencia madridista contra la afouteza celeste. Ese sentimiento, a caballo entre entre el orgullo y la chulería, que ha campado con descaro por Europa y ahora amenaza a los blancos. Vigo es un punto de inflexión en esta Liga. El dilema es saber si será un trasbordo hacia el título o la playa en la que enterrarán los de Zidane sus opciones ligueras.
Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Wass, Tucu Hernández; Iago Aspas, Pione Sisto y Guidetti.
Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric, Isco; Cristiano Ronaldo y Benzema
Árbitro: Martínez Munuera (colegio valenciano).
Estadio: Balaídos.
Hora: 21.00.
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