Cada vez que habla y le preguntan por su futuro, Iker Casillas asegura que quiere seguir en el Real Madrid. Al menos hasta 2017, año en el que finaliza su contrato. "Ojalá pudiera jugar hasta los 40 en el Madrid, pero habrá un momento en que no será posible. Cuando acabe mi contrato me plantearé si sigo o no en el club". Este el discurso oficial del portero y capitán del Madrid, si bien hubo un tiempo en el que reconoció que había valorado marcharse. Sin embargo, lo cierto es que el entorno de Iker -quien curiosamente no tiene agente- sigue buscándole una salida a final de temporada.
Por más que sea titular en la Liga de Campeones y lo haya sido en la Copa, Casillas es consciente de que su situación en el Madrid, además de incómoda en el vestuario y compleja en los despachos, es irreconducible en la grada. La corriente de opinión prefabricada para que Ancelotti le devuelva la titularidad en la Liga no ha surtido efecto. Primero, porque el técnico italiano es esclavo de una decisión que, se quiera o no, siempre sonó a impuesta, de ahí que ahora le resulte imosible retractarse sin quedar en evidencia.
Y, segundo, porque la guerra civil en el madridismo al hablar de Iker es evidente y el debate Casillas-Diego López no favorece a ninguno de los porteros, pero especialmente al mostoleño, a quien sólo la fidelidad de Vicente del Bosque le permitirá disputar el Mundial de Brasil a pesar de no ser el portero titular de su equipo, algo que difícil de explicar y aún más de entender.
Tampoco cuela que el Madrid se plantee traspasar a Diego López o que el portero gallego quiera marcharse. Con tres más años de contrato y una ficha de siete millones netos por temporada, Iker confía en que el club le facilite la salida, algo que, según aseguran en su entorno, se lo han garantizado. Florentino Pérez se ahorraría alrededor de 42 millones brutos y el precedente al que se agarra Iker es el de Raúl, a quien el Madrid dejó irse libre al Schalke e, incluso, pagó parte de la ficha para que el club alemán pudiera asumir su llegada y el 7 siguiera cobrando como si continuara en el Bernabéu.
Tal y como hemos venido informando en 'Vozpópuli' desde antes de que Mourinho sentara a Casillas por primera vez y se destapara la fractura, el interés de Iker es irse a jugar a la Premier y, a poder ser, a un club de Londres. En este sentido influye mucho la opinión de su pareja, Sara Carbonero, aunque no será fácil complacerla y, si finalmente deja el Madrid, el destino más factible sigue pareciendo el Manchester City, sobre todo ahora que parece que Víctor Valdés mantendrá su acuerdo con el Mónaco.
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