Iker Casillas dio la cara tras ser el centro de la diana en el Santiago Bernabéu, donde recibió los silbidos de gran parte de su afición. "Hay que saber encajarlo, entrenar mucho más para cambiarlo. El público es soberano y sabio para opinar".
"Estoy bien. Evidentemente no me gusta perder y encajar goles, pero eso no significa que esté con cara triste ni cara de pena. Intento ayudar al equipo y cuando no se hace entiendo que mi nombre salga a la palestra porque yo puedo dar más y me siento culpable", admitió.
Casillas ha encajado seis goles en los siete últimos disparos que ha recibido. Realizó autocrítica cuando le trasladaron el dato en la zona mixta. "No dice bien de mí. Quizá no hemos estado afortunados defendiendo balones parados y ha hecho que hayamos perdido la Supercopa y más partidos. Todos somos responsables, yo el primero. El próximo partido lo prepararemos lo mejor posible para ganar y evitar estas situaciones".
El capitán blanco reconoció que entiende las quejas de la afición por la mala racha que protagonizan. "Cuando el Real Madrid ha conseguido lo que ganó la pasada temporada la exigencia es máxima. Somos jugadores del Real Madrid, sabemos donde estamos y entendemos el enfado de la afición. Que sepan que somos los primeros enfadados, queremos cambiar esta dinámica y que sea favorable", dijo.
Y descartó que tras tantos años en el club, haya gente que esté cansada de verle y quiere un portero nuevo jugando. "No creo que se cansen de nosotros. Cuando ganamos la Copa de Europa fue una labor de todos, la afición quiere que el equipo gane, pasaremos momentos buenos o malos. El mío no es malo, pero falta fortuna a balón parado y el primer responsable soy yo".
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