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Casillas señala a Mourinho sin nombrarle y se muerde la lengua... de momento

  

El guardameta español del Oporto Iker Casillas reconoció que la decisión de abandonar el Real Madrid "no fue fácil" y explicó que se marchó "triste" del club de su vida tras asumir que "cuando estás tanto tiempo en un equipo, algunos se aburren de ti".

"Cuando estás tanto tiempo en un mismo equipo, algunos se aburren de ti", subrayó Casillas, protagonista del primer número de 'Papel', el nuevo suplemento del diario El Mundo, donde se mostró dolido por los silbidos que un sector de la afición madridista le dedicó en sus últimas temporadas como jugador del Real Madrid.

"Era una herencia que quedaba de la época anterior", apuntó en alusión a los tres años que el portugués Jose Mourinho pasó en el banquillo blanco, "y que había que entender". "Al quedarme en Madrid, sabía que podía pasar en cualquier momento", recalcó.

Iker Casillas reconoció asimismo haber sufrido "por todo lo que se habló desde fuera". "Mi situación fue un poco alocada. Puede ser que desde fuera hubiera intereses", consideró.

El guardameta del Oporto comentó que, tras caer lesionado en 2013, empezó "a notar una corriente de noticias". "Me di cuenta de que era cuando más hablaban de mí. Fue raro, sospechoso", abundó.

Pese a esta denuncia, se reafirmó en su decisión de "guardar silencio" y eludir "las polémicas".

"No quería hacer daño a mi club. Ya hablaban otros. No por mí, sino de mí. Pero lo volvería a hacer igual. Preferí estar callado. Mucha gente me ha dicho que tendría que haber dado un golpe encima de la mesa, pero no me arrepiento de nada", remarcó.

Aunque consideró que "ahora sería fácil rajar" y "contar muchas cosas" que ha vivido, aseguró que "nunca, nunca" hablará mal "del Madrid ni de su presidente". "Sería de cobardes porque no hablé en su momento", afirmó.

Durante la entrevista, el capitán de la selección española de fútbol reveló también que en sus últimos partidos "era consciente de que sería la temporada final".

"Quizás era un tema que venía de mucho tiempo atrás. En esta relación había que buscar lo mejor para cada uno y reinventarse. Está claro que para mí no fue fácil tomar esa decisión", comentó.

Preguntado por si en el momento de su adiós, tras 16 campañas en el primer equipo y 25 años en el club, se sintió decepcionado, Iker Casillas respondió: "No. No me ha decepcionado nadie. Tengo ya una edad para tomar decisiones y mirar hacia otro lado. Así ha sido".

El jugador insistió en que su deseo es "mirar hacia delante". "Del pasado no voy a vivir más", remarcó.

"Tranquilidad, justo lo que yo necesitaba" es lo que encontró en su nuevo equipo, un club con una dimensión "mucho más humana y familiar en el que todos reman en la misma dirección para que el Oporto y yo estemos lo mejor posible".

En la liga portuguesa desea Iker Casillas volver a sentirse "importante". "Llego a un club de cuya historia también quiero formar parte, pero haciendo las cosas como las hacen en Oporto. Adaptándome a su filosofía. Con modestia y humildad han conseguido muchos éxitos. El Oporto es un gran club y empiezo de cero", dijo.

Sobre la acogida de sus nuevos compañeros, Casillas destacó que "ha sido fácil porque había españoles".

"La gente aquí es joven; estaban ellos casi más cortados que yo. Quería que entendieran que viene una persona humilde que lo ha conseguido todo a base de trabajo. Que nadie se sintiera cohibido por mi estatus internacional. Quiero que en Portugal me vean como lo que soy, no como otros dicen que soy", sentenció.

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