El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, se ha mostrado optimista respecto a las opciones de remontar mañana la eliminatoria contra el PSG porque "si un equipo puede marcarnos 4, nosotros podemos meterle 6", en referencia al 4-0 que recibió en octavos de la Liga de Campeones.
"Estamos solo a mitad de eliminatoria y, si un rival puede marcarnos cuatro goles, nosotros le podemos meter seis, pero eso no significa que vayamos a volvernos locos mañana", ha declarado Luis Enrique en la rueda de prensa previa al encuentro.
El técnico del conjunto azulgrana ha explicado que "en 95 minutos pueden pasar infinidad de cosas" y que lo que intentarán sus hombres es "provocar que las que sucedan sean todas favorables".
"Nos centramos en qué cosas hemos de hacer para obtener el resultado, no en el resultado. Así es más fácil llegar al resultado", ha filosofado Luis Enrique antes de cambiar de tercio y utilizar varios tópicos como "hasta el rabo todo es toro" o "mientras hay vida hay esperanza" para ilustrar que es posible lograr la hazaña.
El preparador asturiano ha indicado que su equipo llega a la cita más importante de la temporada "bien de ánimo y con el rendimiento mejorado" respecto a la ida, y ha insistido en que, en algún momento del partido, tendrán en su mano el pase a la siguiente ronda: "Estoy convencido de que, mañana, en algún momento vamos a estar cerca de la eliminatoria".
Cuestionado sobre el hecho de que ningún equipo ha sido capaz de remontar un 4-0 en competición europea, Luis Enrique ha dicho que le importa "un rábano" pasar a la historia por ser el primero en hacerlo.
"Lo que me importa es ganar la eliminatoria", ha apostillado el asturiano, que ha señalado que si no se logra el pase seguirá "manteniendo la fe" en su equipo.
Por otra parte, el entrenador del Barcelona no ha querido desvelar, como es lógico, si utilizará el 3-4-3 que tan buenos resultados le ha dado en los últimos partidos. "No le voy a dar ni la mínima pista al rival. No lo suelo hacer nunca, imagínate mañana", ha contestado. También ha discrepado de las palabras que minutos antes había dicho Luis Suárez sobre que el público que acuda mañana al Camp Nou debe tener paciencia y no ponerse nervioso si los goles tardan en llegar.
"Calma a la afición, para nada. Ni mucho menos. El Camp Nou debe ser una olla a presión veinte minutos antes de que empiece el partido. Necesitamos un Camp Nou a reventar, hiperalertado e hiperexcitado, y nosotros a hacer nuestro trabajo, con cabeza y sabiendo lo que nos hace falta", ha apuntado.
Un tono más divertido ha utilizado cuando le han preguntado si habían ensayado la tanda de penaltis en los entrenamientos o había hablado con el portero Marc-André ter Stegen sobre ello.
"Con Marc no he hablado, porque si hay penaltis solo tiene que pararlos, así que no es muy difícil lo que tendría que decirle, y ensayar penaltis es tan irreal... no los hemos ensayado nunca. Y los jugadores que pueden tirar los penaltis ya saben quiénes son", ha concluido.
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