Los padres cabestros siguen embistiendo, con la violencia física o la verbal, en las gradas de cualquier punto geográfico de España. El penútimo caso tuvo lugar este fin de semana. En el campo Municipal de Massamagrell (Valencia) jugaron el CD San Lorenzo local y el CF Historics, de categoría juvenil.
El lamentable episodio lo ha denunciado el Historics de Valencia en un comunicado. "El jugador cadete Jhon fue convocado con el equipo Juvenil para la disputa de mencionado partido. En dicho partido Jhon fue insultado desde la grada en varias ocasiones por aficionados locales. Insultos racistas que consiguieron que nuestro jugador cayese rendido a llorar a falta de 15 minutos para la finalización del mismo. Tal hecho provocó que decidiésemos abandonar el terreno de juego con un marcador a favor de 1-2", relata el club valenciano.
Un aficionado asegura que otro jugador recibió amenazas de muerte. "Te vamos a cortar la coleta por el cuello", le gritaban los mismos energúmenos
Y prosigue: "Hemos asistido atónitos a cómo desde el banquillo local el propio entrenador le decía al árbitro: '¿Que hago?, ¿les pongo un esparadrapo?. ¿Cómo vas a suspender el partido? Pasaría esto siempre en primera división'. Creemos desde nuestro club que sí se puede hacer más ante estos hechos y más si cuando se persona la Guardia Civil los mismos agentes nos exponen que todos los fines de semana les pasa lo mismo en ese campo".
"Queremos agradecer a Jhon su estar en el campo, a sus compañeros por el apoyo, a los padres por su templanza y no entrar al juego sucio que solo hubiese llevado a la violencia", añade el Historics.
Publicado en su página oficial de Facebook, el comunicado provocó diversos comentarios que vuelven a señalar la grave situación que se vive en el fútbol base español.
Así, una persona escribe que los insultos fueron más álla, y que otro jugador recibió amenazas de muerte: "'Te vamos a cortar la coleta por el cuello', le decian estos energúmenos".
Campo maldito
Lo más preocupante es que a raíz de este incidente, varios seguidores y entrenadores de otros equipos valencianos han salido a confirmar que, al parecer, el comportamiento de esos cafres en ese campo no es nuevo. Más bien todo lo contrario.
O eso cuenta el padre de un jugador benjamín del Júcar, otro club valenciano: "Nosotros hemos jugado después y cuando marcamos el primer gol el mismo entrenador ha dado patadas a todas las botellas de agua. Y cuando jugamos en la ida les decías a su jugadores que tirasen al suelo al mejor jugador de nuestro equipo".
"Ni la Guardia Civil puede controlar a esa gente que acompaña al equipo juvenil"
"Es una vergüenza lo que sucede en ese campo. Como jugador y entrenador del Rumbo, comprendo y denuncio totalmente este tipo de situaciones ya que nosotros también pasamos por un calvario similar", escribe otro.
En el colmo de la sorpresa, un entrenador del propio San Lorenzo, confirma la execrable actitud de algunos de los que acuden habitualmente a esa instalación municipal: "Trasladaremos esto al Ayuntamiento del club San Lorenzo, ya que personalmente llevo el Infantil de allí. La Escuela en las demás categorías tiene un comportamiento humilde y correctísimo, pero la gente que acompaña al equipo de la categoría juvenil, como bien dice la Guardia Civil, no puede controlarlos, pero es nuestra obligación expulsarlos de estos campos. Todo el apoyo al jugador y trasladarnos la queja formalizada al ayuntamiento, quien deberá de poner las medidas para que esto no ocurra nunca más y no manchar este gran deporte que tantas alegrías nos da pero que estas cosas ensucian mucho y hieren sin sentido alguno. #noalracismo".
"Gordo hijo de puta"
"He estado viendo un partido de niñas y no vuelvo más. Por favor, qué padres mas maleducados", insiste otro comentario.
Sin embargo, también dio su versión una persona que asegura ser jugador del San Lorenzo. Y lo que cuenta no hace más que incidir en la penosa realidad de cada fin de semana: "Lo que podia hacer Historics es decir todo lo que pasó de verdad. A nuestro compañero también empezó una madre a llamarle 'gordo hijo de puta, etc. y cuando vino la Guardia Civil y salimos todos, la madre se fue del campo corriendo a esconderse. Nostros los jugadores no tenemos que ver nada con los que vayan a la grada. Nostros dentro del campo los respetemos".
Lamentablemente, no será el último capítulo de este deleznable panorama. Vendrán más historias para no dormir.
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