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De la gloria al abismo: Iván Gutiérrez confiesa once intentos de suicidio

El exciclista español Iván Gutiérrez confesó que ha tenido "once ingresos" en hospitales por intentar hacerse "daño" después de que en 2013 empezase a sentir que "algo no funcionaba" en

El exciclista español Iván Gutiérrez confesó que ha tenido "once ingresos" en hospitales por intentar hacerse "daño" después de que en 2013 empezase a sentir que "algo no funcionaba" en él y que le ha llevado un mal momento personal del que está intentando salir gracias a la "mejor medicina" que ha sido el colaborar con el Racing de Santander.

"He tenido once ingresos por ese motivo (intentar hacerse daño). Me tomaba todas las pastillas que había en casa, primero para llamar la atención y las últimas veces ya con conocimiento de causa porque no ves la salida", afirmó Gutiérrez en una entrevista al programa 'El Partidazo' de la Cadena COPE.

"Me tomaba todas las pastillas que había en casa, primero para llamar la atención y las últimas veces ya con conocimiento de causa"

Ya en marzo de 2013 fue la "primera vez" que tuvo ese intento. "No sabía bien por qué, algo le pasaba a mi cabeza, no era feliz, tenía mucha responsabilidad en mi equipo y el ciclismo era muy estresante. Llegó un momento que sentia que algo no funcionaba en mí", apuntó.

"Me retiré en el Tour por un colapso, por pánico mental. Sólo tenía ganas de desaparecer de la carrera y luego del mapa", añadió, recalcando que "uno no puede decir que está deprimido porque tu contrato está en juego". "Tuve que inventarme que tenía un mal día y no sabía qué me había pasado", declaró como la justificación que dio a los responsables del Movistar Team entonces.

Y es que "el motivo real no lo sabía nadie", recordó el cántabro. "No había absolutamente nada, me tocó a mí", aseguró el exciclista que buscó ayuda en un psiquiatra. "Pero no confío en él porque en estos problemas debe haber un compromiso sincero y yo no sentía que me pudiese ayudar porque su manera de ver mi problema no era como yo lo entendía", explicó.

En el Eneco Tour de 2014, el múltiple campeón de España sintió que era su "último día" subido en la bicicleta. "Ya se juntaba el factor de la medicación para evitar las ideas autolíticas, que han sido muy recurrentes, y que era muy fuerte. Mi obsesión era correr y llegar a Canadá al Mundial", rememoró.

"Llegó un momento de tener que tomar la decisión con Eusebio (Unzue) y el momento más difícil de mi vida fue cuando le tengo que decir que no puedo correr porque no estoy en condiciones", señaló el santanderino, que lo que "más" le dolió fue que no se pudo "despedir". "Nadie más supo de mí", recalcó.

Unzué no lo entendió del todo porque "es una persona optimista por naturaleza", pero sí sus compañeros y auxiliares. De todos modos, cree que por parte de los médicos y del equipo "en determinados momentos hubiera necesitado algún mensaje más". "Piensas que a lo mejor no debería haberme sacrificado tanto", expresó el exciclista español.

El problema fue "a peor" cuando dejó de correr. "El grado de medicación era muy alto y mi nivel de energía mínimo. Fue un trauma no poder hacer nada de deporte porque no me tenía en pie. Había épocas en las que tenía que estar vigilado por mis padres, para no usar mal la medicación, porque te molesta la luz...", se sinceró, subrayando que su novia se ha "desvivido" por él y ha sido la que "más" le ha "ayudado".

Colabora con el Racing

Entonces, encontró una motivación para mejorar. Conoció al exfutbolista Imanol Ibarrondo, que le hizo "ver muchas cosas que no entendía como el hecho de escuchar a las personas, empatizar o buscar autoalternativas" y que el puso en contacto con el entrenador del Racing de Santander, Ángel Viadero.

"Me acogió en su casa, me llevaba al campo en su coche y a partir de entonces me metió en el vestuario. He vuelto a revivir una situación que se cortó traumáticamente cuando dejé de correr en bici y eso me está empezando a curar, es un sueño y la mejor medicina", celebró Gutiérrez.

De todos modos, aún no puede decir cuándo estará de nuevo "al cien por cien". "Mi día a día es que tengo que estar 2 o 3 horas de siesta porque mi nivel de energía no es óptimo. Voy una o dos veces al mes al médico y en cuanto a la medicación creo que seguiré durante cerca de año y medio o dos para ver si mi nivel emocional se equilibra y se puede reducir, aunque imagino que de base se va a quedar de por vida", relató.

El cántabro, que se acuerda "mucho" de otros deportistas como el fallecido Jesús Rollán, tiene "esperanzas" de que se va a poner "bien". "He aprendido mucho para bien y me va a cambiar la vida si me llego a poner al cien por cien alguna vez", añadió.

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