Al Murcia se le empieza a apagar la luz. Cinco años –desde la entrada en concurso de acreedores- no han servido para curar las heridas de una gestión deportiva pésima ligada a intereses ajenos al fútbol: centros comerciales, Parque Paramount… Porque Jesús Samper, dueño del club y de la empresa Santa Mónica Sports, no está cumpliendo con el plan previsto de pagos que fue pactado en el convenio que aseguraba el plan de viabilidad del club en 2009.
O suelta de su bolsillo ocho millones de euros de forma inmediata, o el cuadro grana deja de aparecer en los mapas. Esa cantidad es inmediata sabiendo que la deuda real se eleva a 30 millones de euros. De ahí que la Agencia Tributaria, la Seguridad Social y acreedores privados hayan solicitado al Juzgado de lo Mercantil número 1 de la capital murciana la liquidación de la entidad para que así ponga a la venta sus bienes y, con efectivo entonces, se pague la deuda. La jueza, Dolores de las Heras, ha trasladado ya a las oficinas de Samper en el club dicha solicitud.
Aunque del concurso se salió en 2010, el compromiso de Samper fue condicionado a seguir cumpliendo los plazos de pagos, algo que ha obviado el mandamás de la entidad. Ya en diciembre del pasado año avisó a los accionistas que el club podría no salir a competir el próximo curso 2014-2015 por la deuda con Hacienda. En la LFP se tiene constancia de la situación de los granas siendo el único equipo de los 42 que tiene privados sus derechos para tramitar licencias por no tener saldadas sus cuentas con la AFE, es decir, que no puede fichar a nadie.
Desde el club hay poco donde rascar en el patrimonio para evitar una hemorragia mayor; el canterano Kike, su mejor hombre, y los terrenos en Cobatillas, donde suele entrenar. Siendo benévolos, de su venta no se cubriría ni una cuarta parte de la deuda. Por lo tanto deberá ser Samper, de su patrimonio personal, el que dé salida a un club que ha gestionado con desidia hasta acumular en la actualidad 30 millones de euros en números rojos en sus cuentas. Otra solución es la venta, un hecho que se antoja imposible ante los intereses de Samper en el Parque Paramount, aún con alfileres. Por Murcia, su implicación se pone en duda; no acude a los partidos y sigue dirigiendo el club por mando a distancia desde Madrid.
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