París, Los Ángeles y Budapest, ciudades candidatas a organizar los Juegos Olímpicos de 2024, entran este viernes, con la entrega al COI de sus informes definitivos, en la etapa decisiva de la carrera, la de su promoción internacional, sobre la que ya planea de forma inevitable la figura de Donald Trump.
Las iniciativas del presidente de Estados Unidos en materia de inmigración y su posible efecto en las competiciones deportivas podrían influir, imposible calcular ahora en qué medida, en el ánimo de los miembros del COI que el 13 de septiembre elijan la sede.
La candidatura de Los Ángeles ha multiplicado en los últimos meses, desde la victoria de Trump, sus mensajes relativos a la diversidad, multiculturalidad y tolerancia de su ciudad y de su proyecto.
El pasado lunes, tras el veto del presidente a los refugiados y ciudadanos de siete países musulmanes, el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) emitió un comunicado en el que expresó su deseo de que "la difícil tarea de velar por la seguridad de una nación" no choque con las nociones de inclusión, oportunidades y superación que alienta el deporte.
"Como responsable del Movimiento Olímpico en los Estados Unidos, abrazamos esos valores. También reconocemos la difícil tarea de velar por la seguridad de una nación. Esperamos sinceramente que la orden ejecutiva tal como se aplique reconozca apropiadamente los valores sobre los que se fundaron nuestra nación y el Movimiento Olímpico", declaró el presidente de USOC, Larry Probst. No es Los Ángeles la única candidatura que deberá sortear asuntos políticos en su camino hacia los Juegos.
Francia encara en menos de tres meses unas elecciones presidenciales en las que la ultraderechista Marine Le Pen tiene las máximas opciones de plantarse en la segunda vuelta, mientras que en Hungría el primer ministro Viktor Orban mantiene sus planes de detener a todos los solicitantes de asilo que lleguen al país, en tanto se resuelven sus peticiones.
El 23 de abril vistará Los Ángeles la Comisión de Evaluación del COI. Budapest será examinada del 10 al 12 de mayo y París del 14 al 16"
En un intento de permanecer ajenas a los vaivenes políticos, las tres ciudades presentarán mañana ante el COI sus documentos relativos a "Desarrollo de los Juegos, experiencia y legado de las instalaciones". Esta entrega, tercera y última, precede a las visitas que la Comisión de Evaluación hará a partir de abril para examinar las candidaturas sobre el terreno.
El ayuntamiento de Los Ángeles dio la semana pasada su respaldo unánime al proyecto, para que fuera incluido en la documentación que recibirá el COI. La candidatura asegura que ha eliminado todo riesgo de gastos inesperados al descartar la construcción de nuevas instalaciones públicas relacionadas con los juegos. Su presupuesto de 5.300 millones de dólares es, aseguran, "riguroso, realista y equilibrado".
París ha reaccionado al barullo en torno a Trump sacando a relucir, por ejemplo, su convenio con la Federación Mundial de Taekwondo para ofrecer ayuda a los refugiados a través de ese deporte. "Queremos demostrar a la gente que estamos dispuestos a compartir nuestra ciudad con ellos, sean de donde sean", recordó el copresidente de la candidatura, el expiragüista Tony Estanguet. Su equipo ha lanzado simultáneamente en las redes sociales una campaña con la etiqueta #Share (compartir).
Que el centro de París sea "un gran parque olímpico", el 85 % de las instalaciones ya construidas (solo hacen falta 1.500 millones de euros de dinero público) y el respaldo del 77 % de los franceses son los puntos fuertes del proyecto, según dijo Estanguet en una entrevista con Efe.
Budapest juega la baza de "la alternativa real". La asamblea municipal respaldó la candidatura por amplia mayoría, pero no por unanimidad, y hay voces que piden un referéndum para dar validez a los planes olímpicos. De acuerdo con Balázs Fürjes, presidente de la candidatura, las renovadas normas del COI van a dar la oportunidad de organizar los Juegos a "una nueva generación de ciudades de tamaño medio, que abrirán nuevas posibilidades al Movimiento Olímpico".
Dicen los organizadores que los de Budapest serían "unos Juegos para la ciudad", con desplazamientos de 12 minutos como media para los deportistas, "para el país", con siete ciudades implicadas y el 90 % de la población a menos de 90 minutos de una sede, "y para la región", con 100 millones de habitantes en el área de influencia de Hungría.
"Proponemos alejarnos del modelo tradicional de una ciudad sede con subsedes satélites y avanzar hacia un modelo colaborativo, en el que la sede esté apoyada por otras ciudades cercanas y accesibles, que por sí solas son destinos populares", señala el proyecto de Budapest.
El 23 de abril comenzarán en Los Ángeles las visitas de la Comisión de Evaluación del COI, que preside el exatleta namibio Frank Fredericks y en la que figura la española Marisol Casado. Budapest será examinada del 10 al 12 de mayo y París del 14 al 16 del mismo mes.
El informe que elabore la Comisión servirá de orientación a los miembros del COI para elegir la sede de los Juegos el 13 de septiembre en Lima, si bien la asamblea dispondrá también de un contacto directo con las candidatas en un seminario en Lausana (Suiza) los días 11 y 12 de julio.
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