Saltó a la piscina rodeado de tiburones. A sus 31 años nadie había logrado colgarse un oro con más de 30. Pero a él no le importó. Eligió La Prueba, los 200 mariposas. Y se rodeó del prometedor húngari Kenderesi y del desafiante sudafricano Le Clos. Salió como un avión y fue marcando el ritmo en todo momento hasta desfondar a todos sus rivales para llegar primero y detener el crono en 1.53.36. Por detrás, sorprendentemente el japonés Sakai y tecrcero kenderesi, dejando a Le Clos fuera del podio. Un ejercicio de autoridad para conquistar su oro número 20, su medalla número 24. El más grande, Michael Phelps. Minutos antes su joven compatriota Katie Ledecky confirmaba con otro oro que va camino de ser otra leyenda. La joven nadadora yankee derrotó a la descomunal Sarah Sjostrom en un final salvaje. Y segundos después era Mireia Belmonte quien sellaba su billete para la final de 200 mariposa con mucha solvencia. Huelea a medalla. Fueron dos de las imágenes de una jornada en la que los españoles torcieron mucho el morro, especialmente en tenis y baloncesto.
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