El socio blaugrana Jordi Cases y su abogado, Felipe Izquierdo, han explicado este lunes que mantendrán la querella contra el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell por presunta apropiación indebida en su modalidad de distracción por el fichaje de Neymar, hasta que el club blaugrana les asegure que no habrá represalias ni se les hará pagar indemnización por daños y perjuicios. "Actúo solo, no tengo a nadie detrás, llevo dos años así", quiso aclarar.
"De momento nos quedamos en 'stand by', no retiraremos la querella hasta tener por escrito que el club no emprenderá acciones contra Cases, ni pedirán la indemnización por daños y perjuicios, como avisaron en un burofax en que también aseguraban que el coste económico sería muy elevado", aseguró Izquierdo en rueda de prensa.
Por su parte, Cases señaló que ya tenía decidido retirarse de la querella, pues el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ya la ha aceptado a trámite, al ver cumplido su objetivo, pero ha matizado que no será así hasta tener seguridad completa y poder estar tranquilo, para lo que necesita un escrito del club blaugrana al respecto. De todos modos, no ampliará la querella al actual presidente, Josep Maria Bartomeu, ni al vicepresidente económico, Javier Faus.
En una comparecencia en que detallaron el 'timing' de las conversaciones y negociaciones con el club, Izquierdo desveló que tenían un preacuerdo con el secretario y portavoz de la Junta Directiva blaugrana, Toni Freixa, desde el lunes pasado para que Cases retirara la querella si el club les garantizaba por escrito que no emprendería acciones legales contra su representado. No obstante, dos anulaciones de reunión por parte de Freixa, que ahora esgrime que el club no puede firmar nada porque la querella es contra el ya expresidente Rosell, han cambiado el escenario.
"De momento actuaremos de modo pasivo, no participaré en nada. Estaremos en 'stand by' de momento. Cases se piensa retirar de la querella por conocer los detalles de los 40 millones, porque la querella ya no es temeraria y porque se ha demostrado que Rosell mintió", comentó Izquierdo, aunque ni él ni Cases dejaron claro cuándo y el por qué decidieron hacerse atrás en un momento dado.
Con los papeles en su poder, y con ellos el saber por qué se pagaron esos 40 millones de indemnización a la sociedad N&N de los padres de Neymar, Cases no optó por retirarse de la querella hasta conocer que ya estaba admitida a trámite en la Audiencia Nacional, el pasado miércoles, y tras escuchar, en público el viernes, la explicación del ya presidente Josep Maria Bartomeu.
El socio Cases quiere retirar la querella al tener el objetivo cumplido de saber qué había pasado con los 40 millones pagados y, además, la seguridad de que no era temeraria al haber sido admitida a trámite. En este marco, habló el sábado con el directivo Jordi Cardoner y se quedó con su palabra de que no habría acciones legales por parte del club en su contra, pero asegura que necesita tenerlo por escrito para retirar del todo la querella.
"Yo había decidido retirar la querella, pero hasta que no tenga esto por escrito no puedo hacerlo. El objetivo de la querella era saber por qué se pagaban los 40 millones a la empresa de los padres de Neymar. La relación con los dirigentes del Barça es cordial, y creo que para rebajar la tensión que hay en el club sería bueno que retirara la querella", se sinceró Cases.
En este sentido, aseguró tener la conciencia "muy tranquila". "He actuado como creía que debía hacerlo. Todo esto me sobrepasa, este follón, y cuanto antes acabe mucho mejor para todos. Estoy bastante saturado de esto, la actitud de Bartomeu es buena y entre todos esto se debe calmar, mi actitud es la de colaborar. Supongo que habrá gente que haya entendido lo que he hecho y gente que no, he actuado como creía. La gente es libre, si soy el demonio lo seré, y si soy un héroe lo seré", concluyó el socio, que ha optado por no hablar más ante los medios.
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