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Roura sí le pone a Mou: "Del Barça me quedo con sus lecciones de deportividad"

Apenas le comunicaron a José Mourinho que Jordi Roura había mostrado su recelo sobre el arbitraje de Undiano Mallenco en el partido de vuelta de la semifinal de Copa que se disputa este martes en el Camp Nou (1-1 en la ida), el portugués decidió abandonar su silencio. El técnico del Real Madrid respondió con ironía: “Yo prefiero quedarme con las lecciones de deportividad que hemos recibido en el pasado del Barcelona".

De pronto, se abrió la puerta de la sala de prensa de Valdebebas y apareció José Mourinho. Nadie le esperaba porque hace meses que solo comparece, por imperativo de la UEFA, en las ruedas de prensa de la Liga de Campeones. Pero es que minutos antes le habían comunicado las declaraciones de su colega Jordi Roura y el portugués no pudo resistir la tentación. Le gustaba polemizar con Pep Guardiola, pero desde que este dejó el banquillo azulgrana nunca fue lo mismo. Con Tito Vilanova no ha habido discusión. Parece que Jordi Roura, tercero de Pep, sí le pone. Y, claro, la vuelta de la semifinal que se disputa este martes en el Camp Nou (21:00h, Canal+) se anima.

Roura tocó la fibra de Mourinho al referirse a la permisividad de Undiano Mallenco: "El árbitro es el que es. No entraremos a valorar al colegiado. Lo que es una evidencia es que con este colegiado nuestros números son peores. Recordamos la permisividad que tiene, como en la última final de Copa contra el Real Madrid. Queda desearle la mejor suerte y que pase desapercibido".

El entrenador del Madrid, espoleado, dio lo mejor de sí. Sacó a pasear su inimitable vena irónica: "Prefiero quedarme con las lecciones que hemos recibido en el pasado del Barcelona. Lecciones de deportividad, de cómo jugar al fútbol, de no hablar de los árbitros, de no simular para buscar tarjetas a los rivales, de no rodear a los árbitros, pero sobre todo de cómo jugar muy bien al fútbol, que lo hacen muy bien".

Como en los viejos tiempos, el partido en sí pasó a segundo plano, pero ambos se juegan el acceso a una final. Es el título menos deseado a priori, pero a posteriori el que gana la Copa saca pecho o, en el peor de los casos, la utiliza como delgado colchón para amortiguar una mala temporada.

El Barça tendrá que reinventarse después de las dudas que se han desatado tras la derrota europea en Milán y la poco convincente victoria liguera frente al Sevilla. Ante el Milan, los azulgrana demostraron su incapacidad para superar a un rival parapetado atrás, que cortó las vías de producción de los catalanes y que, además, encajaron dos goles ante un equipo que jugó a la contra.

Aferrado a la imagen de su líder, Cristiano Ronaldo, que ha marcado en los cinco últimos clásicos en el Camp Nou, y con la sorprendente irrupción de un Kaká en gran momento físico, el Real Madrid llega con todo al clásico, salvo la presencia de su capitán Casillas, única ausencia por lesión.

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