Al término de la final de la Copa Confederaciones, los guardametas Iker Casillas y Julio César se intercambiaron las camisetas y el brasileño subió a recibir el Guante de Oro, el trofeo de portero menos goleado del torneo, con el '1' del capitán de La Roja. Además, lo hizo con la zamarra puesta del revés, es decir, con el nombre de Casillas en el pecho, con lo cual aún se veía más.
El detalle de Julio César fue sobre todo un gesto solidario hacia su colega Iker, quien ha pasado una temporada complicada en el Real Madrid a las órdenes de José Mourinho. El actual portero del Queens Park Rangers coincidió con el portugués en el Inter de Milán. Allí, el brasileño también chocó con Mou, contra quien lideró un motín que a punto estuvo de costarle la cabeza. Las malas lenguas cuentan que su relación personal se fue deteriorando tanto que incluso guardameta y entrenador estuvieron a punto de llegar a las manos.
De hecho, Julio César fue uno de los pocos jugadores que apoyó a Rafa Benítez cuando el técnico español relevó al luso en el banquiilo del Inter, mientras la mayoría, nostálgicos de Mou, complicaron la labor al técnico español.
El veterano portero de Brasil sólo encajó en la Confederaciones tres goles, dos de Italia en la primera fase y uno de Uruguay en la semifinal, de ahí que fuera premiado con el Guante de Oro.
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