La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) castigó a Conte por supuesto amaño de partidos en la Serie A durante la temporada 2010/11, cuando él entrenaba al Siena. El entrenador siempre se ha declarado inocente y cursó dos apelaciones, pero solo le queda una última oportunidad porque la Corte de Justicia Federal desestimó el miércoles la primera.
"Soy inocente. Es una desgracia. Puedo decirlo porque ya no hay más opciones con la FIGC, aunque queda otra apelación. Siempre he respetado las normas tanto dentro como fuera de la cancha, es un hecho que he actuado correctamente. Todo esto que me está pasando es absurdo. No he apostado nunca en mi vida", se defendió Conte en rueda de prensa.
Los abogados de la Juventus aseguran que las pruebas empleadas en el caso contra Conte proceden de un jugador desacreditado al que no se debe creer. La 'Vecchia Signora', vigente campeona del 'Scudetto', iniciará su defensa del título el próximo sábado, cuando recibirá al Parma en la jornada inaugural de la Serie A.
"La guinda del pastel ha sido la intervención de un componente de la comisión que me juzgó. Este señor debería respetar las reglas o, al menos, hacerlas respetar. En cambio hace declaraciones inoportunas que me llevan a pensar que existe una cuestión personal por parte de este señor", afirmó el técnico del Juventus.
Las declaraciones de Conte, que durante su comparecencia ante los medios se mostró visiblemente contrariado, se suman a las realizadas por el presidente del Juventus, Andrea Agnelli, quien tras el veredicto en apelación denunció que las acciones que lleva a cabo la Justicia deportiva cada vez se asemejan más a una "caza de brujas".
"La sentencia confirma las peores sospechas sobre el asunto en el que se ha visto envuelto Antonio Conte por hechos supuestamente ocurridos cuando pertenecía a otro club", indicó Agnelli, quien agregó: "durante muchos meses he observado esta situación con incredulidad, acompañada por un creciente desconcierto, por una Justicia deportiva que se parece cada vez más a una caza de brujas".
La sanción de Conte se enmarca dentro del escándalo por la existencia de una trama, con ramificaciones en el extranjero, que condicionó o intentó condicionar durante varios meses y hasta la temporada 2010-2011 los resultados de algunos partidos de varias categorías del fútbol italiano.
La investigación por la Justicia ordinaria continúa, mientras que por la vía deportiva ya se han celebrado varios procesos deportivos, viéndose implicados varios clubes y jugadores tanto de la Primera como la Segunda División, así como de categorías inferiores.
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