Kaká marcó dos goles en el Trofeo Teresa Herrera y luego le dió una patada simbólica al club que le paga generosamente a cambio de casi nada desde hace cuatro años. A tres días para el cierre del mercado de fichajes, al brasileño le ha entrado prisa por encontrar un equipo donde jugar minutos que le den opciones de disputar con su selección el Mundial que se disputará en junio en su país.
"Mi obligación es entrenar todos los días para jugar, pero no quiere decir que estoy satisfecho. Me gustaría salir y que el club me diera facilidades", comentó en rueda de prensa.
Kaká reconoció que su intención es abandonar el Real Madrid para seguir su carrera en un equipo europeo en el que pueda tener más continuidad: "Las cosas están difíciles aquí, hay menos espacio, y es hora de tener más continuidad. El club lo sabe, hemos hablado. Yo estoy disponible en todos los partidos porque es mi obligación pero no estoy satisfecho. Me gustaría que hubiera una solución".
El centrocampista indicó que el club está hablando con su padre y "viendo las posibilidades" que hay, abogó por una "solución amigable" y recordó que no puede marcharse a Brasil "porque ahora el mercado está cerrado allí".
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