La Eurocopa ha comenzado, y con ella el espectáculo de una España que podría haber vencido a Italia por mucho más que 1-0. Sin embargo, las miradas no solo se centraban en el campo y en los jugadores, sino en el palco, ya que el rey Felipe VI ha sido uno de los asistentes. La polémica comenzaba al comprobar quién estaba sentado a su lado: no era la persona habitual que determina el protocolo.
En este tipo de situaciones, lo normal es que el monarca se encuentre acompañado por un ministro o ministra -en este caso Pilar Alegría, titular de Educación, Cultura y Deporte-. En esta ocasión, esto no ha sido así: el Gobierno de España ha decidido enviar como representante al secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes.
¿Dónde nace el conflicto?
El problema radica en que el Presidente del Consejo Superior de Deportes viaja a Alemania como 'ministro de jornada', una figura que nace durante la regencia de María Cristina y que años después Franco recuperó durante la Guerra Civil.
El cargo no convenció a la UEFA, que en un inicio no dio el visto bueno y relegó a Uribes a la tercera fila del palco, posición que poco después modificaría. Aun así, la organización situó al Secretario de Estado para el Deporte en una esquina de la primera fila -lugar anteriormente reservado para Álvaro de Miguel, secretario general de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)-, muy alejado del monarca y fuera de plano de toda cámara televisiva.
Disposición final del palco
Finalmente, el rey Felipe VI estuvo acompañado por Pedro Rocha; presidente de la RFEF, y Fernando Gomes; vicepresidente del máximo organismo del fútbol europeo. La ausencia del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, también fue clave a la hora de la redistribución de las autoridades durante el partido.
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