Era una noche para soñar. De esas capaces de poner los pelos de punta a todos los aficionados merengues y a las que el Real Madrid está acostumbrado a vivir en Champions. La cita en el Etihad prometía espectáculo y más aún tras el igualado resultado del partido de ida, donde Real Madrid y Manchester City empataron a tres en noventa minutos llenos de emoción. Esta vez no iba a ser diferente. Los penaltis terminaron siendo el juez de esta memorable eliminatoria, que en esta ocasión ha caído del lado merengue.
Rodrygo, City y Champions: ¡qué trío
El italiano Daniele Orsato al pito y Phil Foden pasando atrás la pelota a Ederson. Así comenzaban los noventa minutos de un encuentro que, para muchos aficionados, permanecerá de forma eterna en su memoria. Presionaba el Real Madrid arriba, pero sin volverse loco. Rodrygo iniciaba en la izquierda y Vinícius como delantero centro. Pero la comodidad sobre el césped era cantada por un City que al término de la primera parte se llevó el 60% de la posesión consigo. Rüdiger y Nacho, que ocupaba el sitio del amonestado Tchouameni, tuvieron que levantar una muralla delante de Lunin. El City acechaba y solo las contras podrían premiar al Madrid en los minutos iniciales.
Así se gestó el primer tanto del encuentro. Balón al cielo de Carvajal después de salir corriendo para que Jude Bellingham, desapercibido en el encuentro de la ida, iniciara una jugada en la que el lateral derecho llegó a habilitar a Vinícius Jr. y a un pase al corazón del área para que, tras un remate a bocajarro detenido por Ederson, Rodrygo abriera el marcador en el Etihad Stadium. Minuto 12 de partido y el Real Madrid podría ir ganando 2-0 si Eduardo Camavinga hubiera conseguido rematar una acción similar a la del gol en el Bernabéu.
A partir de entonces comenzó el "asedio" de un Manchester City que fue de menos a más hasta el descanso. En total, 13 remates en los primeros 45 minutos de juego de los cuales solamente 4 fueron a puerta, todos ellos atajados por el arquero ucraniano merengue. Uno de ellos, minutos después (18') del gol de Rodrygo, fue obra de el ciborg noruego. Haaland estalló un testerazo en el travesaño y tuvo otras dos oportunidades para igualar la contienda; todas ellas sofocadas. También se exhibió un omnipresente Kevin de Bruyne. Un derechazo desde la frontal (26'), un intento con la zurda para cerrar una jugada (32') o incluso de gol olímpico (44'). Pero no era posible.
El Real Madrid se marchó al descanso con una ligera ventaja (0-1) y con un susto sobre la bocina del minuto cuarenta. Rodrygo se dolía de un golpe en el costado tras un choque con el mediocampista belga que hizo intervenir incluso a las asistencias médicas. Pero todo quedó en eso mismo: un susto. Por otro lado, antes del pitido de Orsato (37'), Carvajal derribaba a Grealish en la zona lateral del campo, cerca del pico izquierdo del área, en una acción que le costaría la tarjeta amarilla. El lateral derecho del Madrid quedará, por lo tanto, inhabilitado para poder disputar la ida de las semifinales.
Sobrevive y vencerás
Tan solo cuarenta y cinco minutos separaban al cuadro blanco de unas nuevas semifinales de Champions. 12 veces en los últimos 15 años. Como si fuera fácil la hazaña. Pero para ello tenía que sudar de lo lindo. El City salió con la misma decisión con la que terminó la primera parte, con Grealish y Bernardo Silva liderando las incansables ofensivas que de vez en cuando también ponían en apuros a Ederson. Como un disparo alto de Rodrygo que probó fortuna desde larga distancia al salir en una contra. Pero el duelo bajo los tres palos tuvo su propio protagonista, con motivos de sobra.
Lunin se hizo grande en el Etihad. Se adelantó al desmarque de Haaland (50') en varias ocasiones, detuvo disparos que llegaban desde la frontal de las botas de Phil Foden (52') y fue el líder de un bloque defensivo que planteó el encuentro como muchos otros de esta temporada, donde la zaga ha sido fundamental. El City se metía de lleno en el campo del Madrid y, tal y como sucedió en la primera parte, la posesión caía del lado de los 'citizens'. Pero las contras del equipo merengue seguían pasando factura. Primero Grealish (58') tras derribar a Carvajal en zona de tres cuartos y después Gvardiol (61') por una falta sobre Bellingham. Ambos fueron amonestados.
Ya en el corte del minuto 70 llegaban los primeros cambios. Doku sería el primero en incorporarse por la banda izquierda para plantear combate ante un insaciable Carvajal y de sus botas llegó el tanto del empate. El extremo belga colgó un centro que despejó en corto Rüdiger, pero cuyo rechace le cayó a un De Bruyne harto de avisos. Con un disparo alto, imparable para Lunin, la dupla belga del City igualaba la eliminatoria (76') a falta de quince minutos para el final.
Tuvo también el segundo De Bruyne minutos después y por partida doble, con un zurdazo desde el balcón del área (77') y un disparo a pase de Akanji que rozó el travesaño (81'), acentuado este último por la desesperación de Guardiola. Sufría el Real Madrid y todas las fichas sobre la mesa apuntaban hacia la victoria del City. Ancelotti tiraría sus primeras balas: Modrić por Kross y Brahim por Rodrygo. Pero la cosa no cambiaría, pero tampoco se agravaría. El final del tiempo reglamentario, a falta de goles épicos como de costumbre en estos encuentros, estuvo marcada por dos tarjetas amarillas. Rodri (90') y Ferland Mendy (94') alargarían el encuentro 30 minutos más.
Solo treinta minutos más
La prórroga arrancaría con sorpresa. Haaland cojeaba y Guardiola no quiso arriesgar, apostando por Julián Álvarez en la punta de su equipo tras la reanudación. A Erling Haaland se le resiste el Real Madrid. De hecho, los blancos son el rival contra el que más veces ha jugado, un total de cuatro, sin llevar un balón a la red. Su ausencia, sin embargo, no cambió nada del guion del encuentro. El City, habiendo pasado más de 90 minutos presionando arriba, volvía a encerrar al Madrid en su área. Pero no solo eso, también su repliegue para la defensa era más efectivo incluso que las ofensivas del Real Madrid.
Solo una única ocasión pudo haber movido el marcador en la primera parte de la prórroga. Rüdiger (107') tuvo en sus manos el 2-1 tras un fallo de Akanji en el despeje que ponía la pelota en pies del central alemán cuyo zurdazo a bocajarro y con bote se marchaba a escasos centímetros del larguero. Y al igual que los primeros quince minutos, este otro tramo también arrancaría con alarma para el Real Madrid: Carvajal, tras un ejercicio sobresaliente sobre el Etihad, pedía una merecida sustitución y dejaba su sitio en el campo a Eder Militao.
El Real Madrid estará en semifinales
Pero nada cambió el asedio del City sobre un Madrid mermado y agotado físicamente. Dos tímidos intentos de Lucas Vázquez (110' y 112') y otro provocado por la salida de Nacho (117') maquillaron al final del partido la realidad que el equipo merengue tuvo que acompasar en territorio británico. Y, por fin, llegaron los penaltis.
Una locura, en general. Julián Álvarez adelantaba al City y Ederson detenía el intento de Modrić en la primera tanda. Y el que entiende de fútbol suele decir que la suerte tiende a estar del lado del primero. Pues habrá que explicarle que, una vez más, se equivocaba y que de ello se encargaría Lunin. el portero ucrania, tras una exhibición bajo los tres palos en los 120 minutos, detuvo los penaltis de Bernardo Silva y Kovacic para darle alas a un Madrid que ya olía las semifinales. los aciertos de Bellingham, Lucas Vázquez y Nacho ponían toda la presión sobre Antonio Rüdiger, que parece que lleva toda la vida jugando para el Real Madrid. Toda, toda una larga vida.
El alemán no desaprovechó su intento y el conjunto merengue, con mucho sudor y mucho trabajo defensivo, sobre todo esto último, consiguió derrotar al 'todopoderoso' Manchester City para colarse, como de costumbre, entre los cuatro mejores equipos de Europa y salvar la gloria del fútbol español en esta edición de la Champions. Le esperará el Bayern Munich en semifinales, con Borussia Dortmund y PSG disputándose la otra plaza de la final de Wembley.
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