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El Madrid se persona en el Camp Nou y condena al Barça con una goleada de escándalo

Los de Ancelotti consiguen una trabajada victoria que es valedora de una nueva final de Copa del Rey

  • El delantero del Real Madrid Karim Benzemá (d) celebra tras marcar el tercer gol ante el Barcelona

El Real Madrid se ha clasificado este miércoles para una nueva final de Copa del Rey tras eliminar al FC Barcelona por un escandaloso 4-0. Los de Ancelotti se mediran al Osasuna el próximo 6 de mayo en La Cartuja.

El equipo blanco supo sobrevivir a la brillante primera parte del Barça, despertó como es de costumbre en la segunda mitad y mató a su rival. Vinicius empezó la remontada y Karim Benzema con un nuevo hack trick la confirmó.

Ya se lo dijo Carlo Ancelotti al técnico del Osasuna, Jagoba Arrasate, cuando se enfrentaron en febrero, semanas antes de que ambos equipos jugaran las idas de semifinales: "Vamos a jugar la final de Copa". Dicho y hecho

El barça mandó y el Madrid sobrevivió

La vuelta de la segunda semifinal de la Copa del Rey llegaba al Camp Nou con mucho por decidirse. A pesar del resultado a favor que sacó el conjunto blaugrana en la ida aún quedaba mucha tela por cortar, ya que los merengues tenían que ir a por todas y los locales debían salir con todos los sentidos puestos en cada lance del partido para conseguir el pase a la final.

Lo cierto es que, desde el estallido del 'Caso Negreira' y la posterior personación del Real Madrid en la causa que traería consigo la ruptura de la hermandad entre ambas directivas, la tensión en el terreno de juego recuerda a la vivida en aquella temporada de los seis clásicos, del Madrid de 'Mou' y de la fracción entre madridistas y blaugranas en la Selección.

Durante toda la primera parte de este encuentro se ha podido ver a un gran FC Barcelona con la idea clara de ser dueño y señor del balón y tratando de cansar a su rival con largas posesiones de banda a banda. No sería una tontería decir que este Barça cada vez se asemeja más a lo que siempre demandaba Xavi Hernández como jugador en el campo: un equipo ancho, valiente, que presiona muy alto y que juega muy directo; de izquierda a derecha con exquisitos cambios de banda.

Por su parte, durante los primeros 45 minutos el Real Madrid se ha dedicado a lo que ya es costumbre en ellos: salir a 'verlas venir', improvisando sobre la marcha según el juego que implante su rival y tratando de hacer bueno los errores del contrario. Una idea arriesgada, que le ha hecho sufrir e incluso le ha hecho parecer un equipo de menor calidad de la que atesora. Si a esta falta de identidad se le añade que uno de los principales baluartes blancos, Vinicius Jr, no está fino ya sea porque no maneja bien la exigencia que requiere jugar estos partidos o porque tenga un mal día y su aportación al juego de su equipo es baja, pues 'apaga y vámonos'.

Pero en este maravilloso deporte no siempre el que mejor juega es el que se lleva el premio. El barça ha sido superior, ha sido más intenso, siendo autor de todas las faltas que se han cometido en la primera parte, y también quien más peligro ha creado pero no le ha valido con eso para defender su portería.

Ya habían pasado el minuto 40 de partido cuando una pérdida de balón de los blaugranas se convierte en una contra blanca conducida por 'vini', este abre para la izquierda a Benzema, que le devuelve al brasileño para que bata a Ter Stegen con más pena que gloria. La eliminatoria vuelve al inicio.

El Madrid y sus segundas partes

Consumidos los minutos reglamentarios del descanso, ambos equipos volvieron al terreno de juego con la tarea de romper la igualdad en la eliminatoria y clasificarse para la final de la Copa del Rey. El despertar del Real Madrid es como ese amigo que siempre llega tarde, pero que siempre llega. Y este siempre suele llegar en las segundas partes de los partidos.

Todavía no se habían sentado todos los aficionados en sus localidades cuando el Madrid trazó una transición al primer toque que le hizo plantarse a la primera de cambio en campo rival. Modric recibe, habilita a Benzema en el corazón en la frontal y este con un sutil tiro la ajusta al palo largo del portero blaugrana. Con este tanto los merengues estaban en la final y el ariete galo superaba a Cristiano Ronaldo como máximo goleador blanco en la Copa del Rey con 23 tantos.

Al Barça este gol no le sentó nada bien, más bien le noqueó. Si en la primera parte su actuación rozó la excelencia, en la segunda el equipo de Xavi protagonizó una feria defensiva. Los errores de los jugadores locales en zonas sensibles comenzaban a aparecer y los de Ancelotti empezaban a acomodarse en 'Camp Barça'.

Fruto de la incertidumbre que sufría el Barcelona en su juego llegó el tercer gol blanco. Una salida de balón que nació en las botas de Courtois llega a toni Kroos, este cede el balón a Vinicius que cae tras una torpe entrada de Kessié. Penalti y doblete de Benzema.

El partido cada vez más de cara para el Real Madrid y más en contra para el Barça que lo intentaba pero no con lo suficiente para batir a Thibaut Courtois. Xavi trató de 'mover la fruta' sacando jugadores del banquillo pero ninguno daba con la tecla necesaria.

Esta situación de frustación de los de Hernández provocada por la falta de alternativas favoreció a la estelar aparición de Vinicius Jr. El jugador brasileño que cuajó una muy mala primera parte apareció en la segunda con el campo abierto e hizo de las suyas.

Y cuando hace de las suyas el Madrid sonríe. Una de estas provocó el cuarto gol madridista: Vini recogió un balon muerto, corrió, dribló y asistió a Benzema para que este meta un nuevo hack trick y sentencie definitivamente la eliminatoria.

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