El noruego Magnus Carlsen, la nueva estrella de ajedrez mundial, no quiere ser comparado con el futbolista argentino Leo Messi como medida de su excelencia en el tablero y prefiere, en todo caso, ser comparado con un jugador del Real Madrid, el equipo de sus amores.
La renuncia al apelativo "messiano" ha sido revelada por el representante de Carlsen, Espen Adgestein, durante el Mundial de Chennai, en el que el joven noruego, que cumple 23 años el próximo día 30, arrebató la corona universal al indio Viswanathan Anand, hijo de la villa, por el contundente marcador de 6,5 a 3,5 puntos. Carlsen reúne dos condiciones para ser llamado vikingo. La primera, su procedencia noruega. La segunda, su condición de seguidor "merengue", un "vikingo", como llaman a los seguidores madridistas sus enemigos.
Hace dos años, el nuevo campeón mundial tuvo ocasión de presenciar en el Camp Nou la victoria del Real Madrid en el campeonato de liga (1-2). Adgestein recordó que Carlsen tuvo que guardar la compostura en el campo, pero que, de regreso al hotel, celebró el resultado "como si él mismo hubiera ganado el partido". "A veces algunos aficionados se refieren a él como "el Messi del ajedrez" y no le gusta. Prefiere ser comparado con un jugador del Real Madrid y no del Barcelona", comentó el representante al diario 'The New Indian Express'.
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