El segundo derbi de Manchester que se disputará esta noche, 21:00 horas, con razón de los octavos de final de la Copa de la Liga inglesa sirve como buena muestra de lo que puede cambiar el fútbol en apenas un mes y medio. Si hace cincuenta días el encontronazo liguero entre United y City suponía un enfrentamiento entre dos rivales potentes e invictos que eran los únicos aspirantes al título, el choque de Copa de esta noche representa más bien un partido agónico entre dos equipos en horas bajas que no se pueden permitir el lujo de perder, tan pronto, una competición. Y uno de los dos la perderá.
El Manchester United recibirá por segunda vez en Old Trafford a sus malditos vecinos de ciudad en mitad de una crisis galopante. Los de José Mourinho no ganan un partido de Premier League desde hace un mes y se colocan en séptima posición de la tabla, a cinco puntos del tren de cabeza compuesto por cinco equipos. Además, en su último encuentro cayeron humillantemente derrotados por 4-0 en el campo del Chelsea, ante una afición antiguamente entregada a Mou y que en esta ocasión terminó cantándole "ya no eres tan especial" y "mañana serás despedido".
No mucho mejor llegan sus vecinos del Manchester City. El equipo de Pep Guardiola completó un inicio de temporada deslumbrante con diez victorias consecutivas, pero desde entonces no ha vuelto a ganar. Hace un mes que el City no carbura y apenas han podido sumar tres de los últimos quince puntos en todas las competiciones. Como sus vecinos de enfrente, el equipo de Guardiola también sufrió una humillación muy reciente, tras caer por 4-0 en el Camp Nou frente al Barcelona.
Con este panorama, el nuevo duelo entre Mourinho y Guardiola se presenta agónico. Ninguno de los dos se puede permitir caer en pleno octubre de su primera competición, pero el carácter de partido único de este torneo obliga a ello. El United, que ha completado su segundo peor arranque liguero en lo que va de siglo, contra el City, que aún mantiene a duras penas el liderato. Mourinho, cuyo puesto podría peligrar si sufre otro revés, contra Guardiola, cuyo estilo de juego está más discutido que nunca. Ibrahimovic, que no ve puerta desde hace un mes, contra Agüero, que no mete en los últimos cinco partidos. Un derbi en su momento más bajo de juego pero que seguro que no defrauda en emoción.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación