La Champions cada día está más cara. Los invitados al preciado botín se incorporan con una voracidad inquietante, por lo que los fallos son mortales de necesidad. Sevilla, Real Sociedad, Villarreal o, incluso Athletic, encarecen la lucha por los puestos de privilegio europeo. El Atlético de Madrid se empeña en no ceder esa tercera posición en el cajón a pesar de los mil y un contratiempos que está encontrado en una temporada absolutamente irregular. Una campaña instalada en la locura.
Como de locos fue el importante triunfo firmado ante el Celta en un encuentro repleto de contradicciones: el coraje de muchos en el equipo de Simeone (Carrasco recuperando su mejor versión, por ejemplo) y el acierto de unos (Torres, Griezmann) contrastó con los errores de otros (sexto penalti fallado en el curso y no hay un especialista, cantada inusual de Moyá...) o la fragilidad defensiva (ya suma 18 goles encajados, los mismos de toda la temporada pasada). Ésta es la realidad del Atleti hoy, recién eliminado de la Copa, con la Copa de Europa como objetivo mayúsculo pero sin dejar de lado la obligatoria lucha para obtener pasaporte Champions una campaña más.
El Niño no deja de creer
El Atlético vive ahora de lo que genera Fernando Torres. Lo que le da y lo que no. Un golazo permite reafirmar al 'Niño' su posición titular ante la prolongada sequía de Griezmann aunque el francés lograra el gol para sumar tres puntos de oro. Todo pasa por el 9 colchonero. Pero las dificultades se multiplican y los partidos se sacan por ese lema grabado a sangre y fuego en el espíritu del equipo: nunca dejes de creer. Sólo así se entiende que Berizzo no volviera a ganar la partida a Simeone en otro duelo céltico-colchonero.
El Celta, mustio tras la eliminación copera a manos del Alavés, siempre golpeó primero. Savic y Lucas no tuvieron una noche lamentable, pero encajaron dos tantos que aumentan la sangría atrás. La reacción colchonera se produjo a base de impulsos y detalles individuales (golazo de Torres de chilena y golazo de volea de Carrasco) más el inconfundible sello de creer cuando todo parece perdido (gol de Antoine con asistencia de Gameiro). Además, hubo suerte porque Carrasco iba a ser sustituido cuando Saúl tuvo que abandonar por un golpe y eso le permitió al belga continuar el resto del choque.
En esa inestable linea se mantiene el Atlético del Cholo que tuvo el apoyo sólo de los más valientes en una noche y horario incompatibles para que Tebas se gratifique con ver las gradas llenas y presumir de asistencia a los estadios. Así no le censuró la grada al presidente de la LFP que sumó agravios en otro campo que no le traga. Lo ambiental tampoco ayudó, pero el Atleti sigue la estela del Sevilla con la sombra de la Real Sociedad.
Las lesiones preocupan con el contratiempo de Juanfran y Saúl con los compromisos de Gijón y Leverkusen en un horizonte nada lejano con la Champions como obligada tarea mientras muchos se preguntan qué le pasa a Griezmann. Anduvo desaparecido, aunque logró el gol decisivo. El francés es más necesario que nunca y, sin embargo, aparece y desaparece en el campo mientras arrecian los rumores de una salida que él niega.
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