La escudería Ferrari tiene desde este lunes un nuevo jefe supremo deportivo, Marco Mattiacci, que no tiene ni idea de automovilismo deportivo.
El gran mérito de Marco es su capacidad para dirigir la parcela comercial de una marca tan prestigiosa como Ferrari en los más importantes mercados del mundo.
Hasta hace unas horas, Mattiacci ostentaba el rimbombante cargo de presidente administrador delegado de Ferrari en Estados Unidos. Nada que ver con los circuitos, y mucho, todo, con las moquetas impolutas de los concesionarios del país más poderoso de la Tierra.
Marco cambiará los trajes y corbatas de diseño italiano por el también elegante uniforme rojo de mandamás del equipo de Fórmula 1. Llega con una hoja de servicios económica intachable bajo el brazo.
Su última e impresionante referencia es haber batido en 2013 el récord de ventas de deportivos Ferrari en Estados Unidos: 2.035 coches y un incremento del 9%. Pero eso de nada servirá cuando este domingo se apague el semáforo rojo del GP de China.
Porque, aunque no lo parezca, el Mundial de Fórmula 1 afronta su cuarta cita del año con Ferrari en pleno seísmo y, lo que es peor, sin coche fiable que oponer a los rivales.
Otro factor a tener en cuenta será la reacción de los pilotos a la inesperada dimisión de Stefano Domenicali. Muchas horas después de conocida, ni Fernando Alonso ni Kimi Raikkonen habían expresado opinión alguna al respecto. ¿Cómo interpretarlo?
Aunque algunos medios ingleses se empeñen en culpar a Alonso del adiós de Domenicali, la relación del español con el exdirector italiano era más que buena. O eso dijo Fernando en una reciente entrevista publicada en el diario As.
"Sí, tenemos una relación bastante buena desde el principio. Incluso cuando no estaba en Ferrari, Stefano fue muy amable, cercano y amable conmigo. Y cuando me convertí en piloto de Ferrari, obviamente es mi jefe, pero hay una gran amistad entre ambos. Compartimos hobbies, como el esquí, la montaña, y nos juntamos siempre en invierno, durante Navidad, en las montañas en Italia. La relación es cada vez más fuerte", aseguró el asturiano.
Pilotos aparte, habrá que ver cómo funcionan los numerosos integrantes del equipo de carreras rojo y cómo plasma sobre la pista el nuevo director, Mattiacci, sus innegables conocimientos en cuestión de negocio, márketing y relaciones públicas.
Son materias nada desdeñables en el mundo de la F1, pero no ganan carreras. Y, salvo milagro, Marco recibirá la primera bofetada de realidad competitiva este fin de semana en China.
En el circuito de Shangai, Alonso y Raikkonen sudarán sangre para impedir que todos los coches que montan motores Mercedes, e incluso los Red Bull, les adelanten como aviones en la recta más larga del campeonato. Con más de un kilómetro de longitud, es muy probable que Marco eche de menos alguno de los súper deportivos que ha vendido por miles.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación