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Y, en efecto, el nuevo jefe de Alonso es un notable... vendedor de buenos deseos y augurios

    

Marco Mattiacci, el nuevo director deportivo de la escudería Ferrari, tras la reciente dimisión de quien estuvo en el cargo los últimos seis años, Stefano Domenicali, para ayudar a un equipo necesitado de aire fresco, se presentó en Shangai para dirigir a los suyos desde el Gran Premio de China.

"No creo que vayamos a rendirnos, nuestro objetivo es reducir todo lo que podamos la diferencia con el líder en este momento, que es Mercedes", adelantó, como declaración de intenciones, en su primer encuentro con los medios.

Los propios pilotos, el español Fernando Alonso y el finlandés Kimi Räikkönen, conocieron en Shanghái, junto al resto del personal de su estructura deportiva, a su nuevo jefe, un ejecutivo con 14 años de experiencia en Ferrari, aunque no de competición, sino como directivo corporativo.

Mattiacci, que hasta hace unos días era el jefe de la división de Ferrari para Norteamérica, tuvo su presentación en sociedad en el Circuito Internacional de Shanghái, donde dio su primera rueda de prensa bajo su nuevo cargo, y aseguró que pretende pelear por este Mundial y reducir sus desventajas con Mercedes.

"Todos ustedes conocen el automovilismo mejor que yo, y saben que hay muchas variables que pueden influir en una vuelta, en una carrera o en un campeonato", explicó.

"Yo creo que esta es la cuarta carrera, y es demasiado pronto para tomar decisiones, pero nuestro objetivo es reducir esa diferencia lo antes posible con Mercedes", insistió, aunque dijo ser consciente de que "no será una tarea fácil".

Mattiacci quiso dejar clara la actitud con la que llega a la dirección del equipo, y recalcó que "que vengo con un montón de humildad, para comprender y trabajar muy duro, eso es lo que puedo comprometerme a aportar al equipo y a los pilotos, que son los mejores conductores del mundo".

Alonso y Räikkönen "van a ver una persona muy humilde que les va a escuchar, y vamos a luchar al 150 por ciento para ser unos facilitadores, para que tengamos a los mejores talentos para conseguir los objetivos de Ferrari", aseguró, y llegó a afirmar que, para conseguirlo, "todo lo que sea necesario hacer, lo haremos".

Con todo, dijo que aún es "muy temprano" para "hablar de una reestructuración" en Ferrari, aunque tampoco descartó hacer los fichajes que, tras una evaluación que discutirá con el presidente de la compañía, Luca Cordero di Montezemolo.

Eso sí, precisó, de "salir al mercado" en busca de personal adicional sería "con la idea clara de no hacerlo sólo por ir de compras, sino pensando que si encontramos a alguien, ese alguien añadirá un gran valor añadido al que, según todos nosotros, es uno de los mejores equipos que hay en Fórmula 1".

Mattiacci insistió en que llega con la intención de identificar todo lo que funciona bien en la estructura de Ferrari y en darle a esos profesionales la mayor motivación posible para relanzar a la escudería hacia la "mejora constante".

"No soy un creyente gris en la palabra estrategia", afirmó, "creo que cada día tienes que fijarte una mejora, y dicho esto, cuando llegas, lo primero es buscar lo que está bien, y creo que en este equipo hay un montón de talento, así que estoy trabajando con el presidente en hacer una evaluación y en ver lo que necesitaríamos".

"Tienen ante ustedes a una persona extremadamente motivada", presumió con actitud de serena seguridad, y recordó que en las últimas dos décadas ha conformado muchos equipos internacionales, "así que trataré de aportar las mejores prácticas que conozco".

"Ya sé que esta es una cultura muy específica, soy consciente de ello, y el tiempo de reacción es completamente diferente, tienes que hacer cosas que tienen que estar listas para ayer, y no para dentro de dos meses, como en la gestión corporativa", reconoció, aunque dijo estar apasionado por el desafío y por el automovilismo.

"Me encantan las carreras, yo mismo conduzco, en mi tiempo libre", reveló, y el año pasado estuvo "tal vez 20 ó 22 fines de semana en la pista", a lo que suma su experiencia de haber asistido a tres 24 Horas de Daytona, "durmiendo en el circuito, tratando de aprender todo lo que pudiera".

"No es Fórmula 1, pero me encanta el automovilismo, me encanta la mejora continua, me gustan los desafíos, el equipo, y desafiarnos a nosotros mismos para darnos un coche mejor y a conseguir todo lo que podamos en la pista", declaró.

Mattiacci contó también cómo fue su repentina llegada a la parte deportiva de Ferrari: el viernes pasado recibió una llamada de Montezemolo hacia las seis de la madrugada de Nueva York, comprendió que no era una broma y a las tres horas voló a Milán, para pasar ya todo el día en Maranello, e incluso hablar con Domenicali.

"Stefano es una gran persona, es buen amigo mío, y el sábado pasamos juntos unas cuantas horas, y el lunes también todo el día entero juntos", aseguró.

Aunque dijo no ser ingeniero, Mattiacci recordó que hay 800 personas tratando de trabajar para darle un segundo más al F14-T, y tras sus primeros días conociendo a su equipo en Italia, constató que es "un grupo increíble de gente con mucho talento".

"Creo que (en Ferrari) tenemos una historia, un pedigrí, que es único, un orgullo que es impresionante, y vamos a reaccionar", prometió.

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