A escasas horas del inicio de la Liga, el Real Madrid comienza a soltar lastre. El primero en salir fue Marco Asensio, cedido al Espanyol, quien lo quiso incluir en la operación de la venta de Kiko Casilla. Entonces no pudo ser, pero el club blanco prometió al club perico que tendría prioridad en caso de cederlo este año. El jugador desveló a su llegada a Barcelona que había más de 25 peticiones de clubes de la Liga y de fuera de España. "Tengo muchas ganas e ilusión de debutar y adaptarme", afirmó Asensio, quien ha reconocido que disponía de "bastantes ofertas".
El sigiuente conocer su destino será, a priori, Martin Odegaard. El joven futbolista noruego ha entrado en la lista de 16 jugadores convocados por el entrenador del Castilla, el francés Zinedine Zidane, para el debut en Liga del filial en Segunda B. "Tenemos que acabar con la pretemporada primero y luego veremos qué pasa con mi futuro. Soy muy feliz en Madrid y es lo que puedo decir por el momento", aseguró la joven perla del club madridista, que no despejó las dudas sobre su futuro después del encuentro que disputó ante el Valerenga el pasado 9 de agosto. Su convocatoria genera mucha incertidumbre porque el jugador ya demostró su malestar, como el de su padre y representante, al ser obligado a jugar en la Segunda B española.
Quienes aún desconocen su destino son Lucas Silva y Asier Illarramendi, ambos condenados tras la llegada de Mateo Kovacic. El brasileño costó 15 millones y llegó en el pasado mercado invernal. Contó con poco protagonismo para Carlo Ancelotti y Rafa Benítez lo descartó inmediatamente. El de Mutriku llegó como un refuerzo soñado, previo pago de 39 millones a la Real Sociedad. Hoy cuenta con ofertas del Liverpool, la Juventus y la propia Real, que se ha interesado por la cesión del futbolista en las últimas horas.
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