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Todos sin mascarilla y Lewandowski sin Balón de Oro

Vaya por delante que servidor siempre ha considerado a Leo Messi un semidiós del fútbol. Todos los Balones de Oro me parecen pocos para él -ya van siete-. Pero seamos

  • Messi a su llegada a París.

Vaya por delante que servidor siempre ha considerado a Leo Messi un semidiós del fútbol. Todos los Balones de Oro me parecen pocos para él -ya van siete-. Pero seamos serios y honestos, que es lo poco que podemos ser los periodistas. No hace falta ser un hooligan del tertulianismo patrio para concluir que el diez argentino no se merecía el máximo galardón como futbolista en esta ocasión. Quien se lo merecía era el polaco Robert Lewandowski. Porque fue el mejor en 2020 y porque ha mantenido el mismo nivel en 2021.

Arguyen los defensores de Messi que este Balón de Oro se debe a la victoria de Argentina en la Copa de América celebrada el pasado verano en Brasil. El propio galardonado admitía que "este premio es por esa victoria". Aceptamos barco. Pero entonces no entendemos algunas incongruencias. Si ganar con tu selección un trofeo tan prestigioso como la Copa América sirve para llevarse el máximo galardón como futbolista, no se entiende, por ejemplo, por qué los chilenos Alexis Sánchez o Arturo Vidal no recibieron el premio tras hacer historia al ganar dos entorchados americanos en 2015 y 2016.

Bromas aparte, las gentes de la revista France Football y sus ardientes defensores siempre nos habían dicho que lo más importante para ganar este trofeo era el rendimiento de los jugadores en los clubes, donde se juegan la abrumadora mayoría de partidos del año. Por eso, por citar un caso paradigmático, siempre se dijo que Xavi e Iniesta no se llevaron ningún Balón de Oro pese a las victorias en dos Eurocopas y un Mundial, amén de incontables títulos en el Barça de Guardiola.

Si uno mira cómo han rendido Messi y Lewandowski en 2021 y qué títulos ha logrado cada uno, comprobará que el jugador del Bayern cosechó más trofeos y logró más goles que el del PSG. Además, resulta curioso que en la misma gala del Balón de Oro se le entregase al polaco el premio al mejor delantero del año -hasta donde sabemos, el argentino también es delantero-.

Tampoco está de más tener en cuenta que en los primeros seis meses de este año 'La Pulga' jugó en ese Barça de Koeman donde todo era tan extraño y que en lo que va de temporada está jugando sin brillo en el PSG. Hechos innegables que contrastan con la aplastante regularidad del nueve polaco. Y si, para colmo, reparamos en que, como dijo el propio Messi, su rival fue sin duda el mejor en 2020 pero el premio no se entregó por la pandemia, la conclusión más lógica está clara. Lo justo era lo contrario de lo ocurrido. Pero ya sabemos que el fútbol no entiende de justicia.

Lo que no sabíamos es que en el universo balompédico tampoco termina de funcionar lo de seguir las normas contra el covid. Porque no me negarán que en la gala celebrada en París era impresionante ver a tantas personas sin mascarilla. Claro que impresionó más ver a Lewandowski sin su Balón de Oro. Al menos el premio a la española Alexia Putellas nos deparó un momento de alegría.

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