Deportes

Están matando al ciclismo: "No me quedan ganas de salir en bici"

Los dos fallecidos en Oliva incrementan la sangría de víctimas en las carreteras españolas.

"A día de hoy, no me quedan ganas de salir en bici. Muchas veces comentamos cómo vienen algunos conductores los fines de semana por las carreteras de la zona donde vivimos nosotros y..." Jaime Escortell ha vuelto a nacer.

Es el único de los seis ciclistas atropellados este domingo en Oliva (Valencia) que puede hablar desde su casa. Formaba parte de un grupo de seis personas que fueron literalmente aplastadas por el vehículo que conducía una mujer drogada y borracha. Dos compañeros de Jaime murieron tras el brutal impacot. Los otros tres están en el hospital gravemente heridos.

La cifra de ciclistas que mueren en las carreteras españolas, especialmente los fines de semana, no deja de subir. En realidad es una percepción a golpe de noticias luctuosas porque el último dato oficial data de 2015. Y entonces ya se contabilizaron 58 fallecidos mientras practicaban su deporte favorito. Una barbaridad.

"Yo iba delante, en el lado derecho, arrimado al guardarraíl. Uno de los fallecidos iba a mi lado, al otro no lo ví. Al coche lo vi cuando estaba a dos metros de nosotros, podría ir a unos 80-90 km/h, sin frenada -relató Escortell en Tiempo de  Juego, programa de la Cadena COPE-. No hubo tiempo de avisar al resto. El coche me pasó a 30 centímetros". 

Tras el impacto, Jaime miró hacia atrás y vio sus dantescas consecuencias: "Saqué el móvil, intenté llamar al 112 pero no podía de los nervios, era imposible. Y en eso, vi un coche a mucha distancia, me puse a darle el alto, y suerte que era un policía local que no estaba de servicio. Le pedí que llamara a emergencias. El desastre era tremendo, he hecho cursos de socorrismo pero no sabía qué hacer. Y me faltaba un compañero, al que no veía. Luego paró otro grupo de ciclistas, a uno le conocía. Y mirando hacia la acequia, me dijeron que había alguien, supe que era Edu (uno de los fallecidos), y ya no quise mirar".

En cuanto al otro compañero fallecido "vi que ya no respiraba". De los heridos graves, contó que "uno estaba hacia arriba, con la boca muy ensangrentada, le puse de lateral. A los otros no quise ni moverlos porque estaban muy politraumatizados".

Reconoce que no quiso saber nada de la conductora: "Yo estaba buscando a mi compañero. A ella la vi sentada, y un policía estaba custodiándola".

Jaime confesó que "a día de hoy, no me quedan ganas de salir en bici. Hay conductores que no respetan el metro y medio, te cagas en la madre que lo parió y poco más".

Indignación e ira

Como sucede cada vez que se produce un accidente mortal, las redes sociales claman contra la irresponsabilidad "asesina" de algunos conductores y, sobre todo, piden al poder judicial "penas duras" para los responsables, acordes con el enorme daño que provocan:

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