Es la segunda victoria en la ronda gala del ciclista del Omega, que el año pasado venció en Lyon, mientras que Sagan, que puso a todo su equipo a trabajar para lograr la victoria, sumó su tercera segunda plaza en lo que va de Tour.
El checo, líder de la clasificación de la regularidad, fue el gran damnificado del día, una jornada que parecía hecha a su medida, porque dos puertos de cuarta categoría en los últimos 20 kilómetros dificultaban a los grandes sprinters disputarse la victoria de etapa.
El plan diseñado por su equipo, el Cannondale, salió bien y los Kittel y Greipel fueron abandonando el pelotón principal, en el que sí que estuvieron los favoritos para la general. Sagan, que había firmado dos segundos puestos, trató la victoria primero desde lejos, en el llano previo a la meta, pero no logró destacarse.
En el sprint final lanzó las hostilidades, pero se vio sorprendido por un Trentin, de 24 años, que le aventajó en un tubular. El italiano, noveno en la etapa de los adoquines en este Tour, había ganado este año una etapa en la Vuelta a Suiza.
Alberto Contador (Tinkoff) destacó el ritmo del pelotón , al asegurar que "parece que vamos despacio, pero esto parece una contrarreloj por equipos". "En cualquier cuesta hay guerra. Parece que vamos sin tensión, despacio, pero esto parece una contrarreloj por equipos. Para el conjunto supone mucho desgaste", dijo el ciclista madrileño.
Contador explicó los motivos por los que aparece habitualmente en cabeza de pelotón. "Atrás vas vendido, si ahorras fuerzas; pero hay caídas. Ya llegará la montaña", dijo. "El lunes empieza la montaña, la etapa de este sábado es más explosiva y es mejor para otros", concluyó.
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