El Real Madrid ha caído este martes frente al Paris Saint-Germain (1-0) en el último suspiro de la ida de los octavos de final de la 'Champions League' después de que Kylian Mbappé -el centro de todas las miradas- ejecutase a su futurible equipo con un gol de bandera que hacía justicia a los 93 minutos en el Parque de los Príncipes.
La estrella del conjunto francés reclamó todos los focos y no defraudó en su gran noche. Mbappé se esperó hasta el tiempo añadido, pero logró un gol exquisito tras dejar a dos rivales en el camino y ajustar con mucha calidad al palo más alejado de Thibaut Courtois, el mejor del Real Madrid este martes.
El empate sin goles no hubiese sido justo para un PSG que tiró hasta 20 veces a portería por las 3 del equipo de Carlo Ancelotti, y ni siquiera alcazaron los palos. El monólogo fue absoluto del conjunto parisino, que hizo mucho daño en el área y por las bandas, sobre todo por la zurda buscando la debilidad de Carvajal.
El lateral de Leganés fue un caramelo para Mbappé, que desbordó cuantas veces quiso a un equipo deshilachado, sin un plan establecido y sin opciones de encontrar a un recuperado Benzema. La noche fue muy oscura para el 13 veces campeón de Europa, que acabó la primera parte pidiendo la hora y rezando por no perder la pelota enseguida.
Para colmo, Casemiro fue amonestado y no podrá jugar la vuelta, de igual forma que Mendy, en un partido que fue muy trabado para los blancos en todas las facetas. Courtois fue cogiendo protagonismo y detuvo en dos ocasiones a Mbappé con lanzamientos muy peligrosos a los pocos minutos de la reanudación. El horno estaba ya demasiado caliente y el portero belga se erigió en el héroe del Real Madrid.
Fallo de penalti
A la hora de partido llegó su momento cumbre cuando Carvajal derribó a Mbappé y el árbitro señaló penalti sin dudarlo. La pena máxima fue cosa de Messi, que se encontró con un muro. El argentino -que lleva ocho partidos sin marcar a los merengues- lanzó el penalti a un costado pero Courtois sacó la mano y lo mandó a córner. La celebración del Real Madrid pareció la de un gol a favor y el equipo creció con más posesión.
Algún balón a la contra, pero siempre en inferioridad, dio aire a un Real Madrid que ni con Rodrygo, ni con Hazard pudo cambiar el guion del encuentro. Por su parte, Mbappé siguió a lo suyo -ahora de la mano de Neymar-, que regresó a los terrenos de juego casi tres meses después de su lesión. El brasileño salió desatado y pronto hizo daño en la frontal del área.
Suerte para los merengues que estaba Éder Militao, que realizó un partido colosal y pudo evitar un daño mayor. Sin embargo, cuando todo apuntaba al empate sin goles -incluso pudo haber algún susto con Bale a la contra- llegó el único gol del partido para los de Mauricio Pochettino. Una mala salida de balón condenó al Madrid por la banda derecha, la que dio problemas todo el partido.
Neymar asistió con el tacón a Mbappé y éste, tras un quiebro espectacular, plasmó en el marcador su derroche físico y técnico. Un gol que deja tocado a los de Ancelotti antes de afrontar la vuelta en el Santiago Bernabéu el próximo 9 de marzo. Los blancos han marcado un solo tanto en sus últimos cuatro partidos y acumulan dos derrotas y un empate.
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