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Messi advirtió a Villa desde el primer día: "Aquí los goles son cosa mía"

Después de dos temporadas arrolladoras, Pep Guardiola aceptó el 'más Messi a cambio de menos Barça', de ahí que la 'Messidependencia' se haya ido haciendo cada vez más evidente. Etoo, Henry, Ibra, Bojan, Villa, Cesc... Nadie ha podido hacer sombra al 10 que juega de 9. Los goles en el Barça son cosa de Messi. Si hace cinco años marcaba el 24%, ahora supera el 42%. 

Aunque las apariencias acostumbran a engañar, los datos nunca lo hacen. Con la complacencia o 'rendición' del técnico hacia el crack de los cracks, el Barça de Guardiola desembocó en el Barça de Messi. Normal que con Vilanova en el banquillo lo sea aún más si cabe. Tito ha heredado las virtudes, pero también los vicios de un vestuario en el que manda el 10.

El diagnosticó lo hizo un experto en la materia: "Leo se fue haciendo más imprevisible a cambio de hacer un Barça más previsible". Las consecuencias son las que son. Quizás, no muy notables en cuanto a resultados, aunque sí evidentes, al menos para quienes lo aprecian y analizan, en cuanto al juego. Y, por supuesto, sin restar un gramo a la enormidad futbolística de Messi .

"Leo se fue haciendo más imprevisible a cambio de hacer un Barça más previsible", obsevan los expertos en el fútbol posicional que se está diluyendo 

El cambio ha sido progresivo y cada vez más claro: más Messi a cambio de menos Barça. De la salida de Etoo a la sorprendente suplencia de Villa. "Aquí los goles son cosa mía", cuentan que le masculló el 10 al asturiano. Recién proclamado campeón del mundo y máximo realizador de España, Villa recaló en el Barça tras marcar 171 goles en 289 partidos con el Valencia. En el Barça, donde ahora es suplente después de su larga lesión, lleva 45 en 101. Con Messi de falso 9, Villa se tuvo que echar a un lado.     

Villa recaló en el Barça tras marcar 171 goles en 289 partidos con el Valencia. En el Barça, donde ahora es suplente después de su larga lesión, lleva 45 en 101

En la primera temporada de Guardiola, la 2008-09, los azulgranas marcaron un total de 158 goles, de los cuales 38 fueron de Messi, 34 de Etoo y 25 de Henry. Es decir, el argentino ya fue el máximo realizador, con un 24,05% de los goles, pero desde su posición en banda derecha compartió protagonismo con sus dos compañeros de tridente. El Barça ganó todo lo ganable y, sobre todo, conquistó el mundo con un fútbol nunca visto.

En la siguiente temporada, la 2009-10, ya sin Etoo en plantilla por falta de 'feeling' con Guardiola y con Tití relegado a un segundo plano por la irrupción de Pedrito, el Barça bajó a 138 goles, pero Messi se disparó hasta los 47, un 34,05%, con 21 de Ibrahimovic y 19 del canario. 

En la 2010-11, con Ibra de vuelta al Calcio tras la imposición de Messi a Guardiola de jugar él por el centro, el Barça logró 152 goles, con el argentino marcando casi tantos (53, un 34,86%) como el recién llegado Villa (28) y Pedro (22) juntos. El 7 de La Roja jugó escorado en la izquierda por imposiciones del guión. No del original, sino del que impone Messi, consagrado como 9 mentiroso.

En la cuarta y última temporada de Guardiola, el Barça alcanza los 190 goles, de los que 73 fueron de Messi. Es decir, el 38,42%. Normal que ya se hable de 'Messidependencia', aunque para más ganar que para jugar. De hecho, la ubicación de falso delantero centro de Leo no sólo ha condicionado el juego del Barça, sino cerrado el grifo a la irrupción de otro goleador. El último, Villa. 

Messi ha ido incrementado su cuenta goleadora, del 24% el primer año de Pep Guardiola al 42% en lo que llevamos del primero de Tito Vilanova

Los mencionados Etoo, Henry, Ibra, Villa, Pedro, Alexis y Cesc, además de Bojan, han sufrido los codazos de la ambición goleadora de Messi, empeñado en convertirse en imprevisible desde su posición de 9 falso, aunque para ello el juego del Barça se haya ido convirtiendo en más previsible y, por consiguiente, más fácil de desactivar. Los últimos en jugar a su lado son Cuenca y Tello, dos tiernos canteranos con el suficiente perfil bajo para no hacer sombra a Leo, a quien alguna que otra regañina hacia ellos le ha retratado. Más repercusión tuvo la que le echó recientemente a Villa. Desde el Barça enseguida cerraron filas. Lógico. Por algo es el Barça de Messi. Por algo los goles "aquí" son cosa suya. De momento, 12 de 28. Es decir, el 42,85%.

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