Después de acusar a su padre y agente de haber prácticamente obligado a su hijo a irse al Arsenal sólo para ganar más dinero, a Mesut Özil se le atribuyeron líos de faldas para justificar que el Real Madrid le buscase un nuevo destino.
Tras separarse en 2010 de Anna Maria Lagerblom, el futbolista alemán pasó por un etapa un tanto convulsa en la que, según se contó, 'explotó su soltería como nunca antes', haciendo que su rendimiento en los entrenamientos no fuese el más adecuado. Sus escarceos con Aida Yespica alertaron al Real Madrid y hasta Mourinho se reunió con Özil para avisarle de la "liberalidad" de Yespica, de la que recopiló informaciones en su etapa como técnico del Inter por sus aventuras con algunos de sus futbolistas.
Más tarde, Özil conoció a Ebru Polat, una cantante turca, con la que también pasó unos días en Ibiza y mantuvo una fugaz relación que finalizó tras conocer a su actual pareja Mandy Capristo. Y con Capristo ha comenzado una nueva vida en Londres. La cantante se ha encargado de que se adapte sin problemas y para ello se ha encargado de la búsqueda de una residencia que cumpla con todas sus necesidades.
Gracias a las gestiones de una amiga de Mandy, han alquilado una lujosa mansión en el barrio de Chelsea, uno de los preferidos de la jet set londinense junto a Belgravia, Knightsbridge o Mayfair. Cuenta con seis habitaciones y tanto la cocina como los baños son enormes, como deseaba la pareja. El precio supera los 7.700 euros mensuales, cantidad mínima fijada por Mesut Özil, según una información del 'Bild' alemán.
Cerca de la pareja Özil-Capristo viven o han vivido personajes como Madonna, Bob Geldof, Hugh Grant, Mick Jagger, Kylie Minogue o hasta hace unos años Kate Middleton. Un vecindario de lujo para una mansión espectacular en la que vive la nueva gran estrella del Arsenal.
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