Brindisi circulaba por las calles de Palermo, barrio de Buenos Aires, cuando recibió la llamada de 'Infierno Rojo Radio', emisora de aficionados del club al que entrena desde el lunes. El técnico, que iba acompañado por su ayudante, Carlos Squeo, decidió aparcar a un costado de la calle para hablar por teléfono.
En ese momento, una moto con dos hombres a bordo se acercó al vehículo. Los motoristas golpearon el cristal, apuntaron a Brindisi con arma y le gritaron que lo iban a matar. El técnico bajó la ventanilla y les entregó la cartera y el reloj.
Los atracadores se fueron sin que ni Brindisi ni Squeo sufrieran daño físico alguno.
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