El viernes han rugido los motores de los coches de Fórmula 1 en Australia por primera vez en 2025, donde ha comenzado una nueva temporada deportiva. Según el último análisis de Nielsen Sports la F1 se ha convertido en el campeonato más seguido del mundo. Más de 750 millones de aficionados en todo el mundo, lo que supone un crecimiento del 5,7% en los últimos tres años. Números increíbles que han llamado la atención de posibles nuevos inversores.
El Circus de F1 goza de una excelente salud y su atractivo a escala global crece en numerosos objetivos y en diferentes áreas geográficas. Una de las cifras más llamativas se refiere al género de los espectadores de F1: lejos del anticuado estereotipo del machismo relacionado con el automovilismo, resulta que el 41% de los aficionados son mujeres y que el grupo de edad entre 16 y 24 años es el que más crece a nivel mundial. La MotoGp ha anticipado de una semana el comienzo y cuenta ya con una carrera que ha subrayado la vuelta de Marc Márquez. Durante los últimos años también la competición con dos ruedas ha visto crecer el número de espectadores. La temporada 2024, que coronó campeón del mundo a Jorge Martín, registró casi 3 millones de espectadores en los circuitos durante los fines de semana de carrera. Fue el segundo mejor resultado de los últimos diez años, rozando el récord de la temporada 2023.
A pesar de los crecimientos en ambos deportes, hay algo muy evidente que aparece al leer los sueldos de los pilotos: en la Moto Gp, Marc Márquez y Fabio Quartararo lideran el ránking de con un sueldo anual de 12 millones de euros. Tras ellos se encuentra el bicampeón del mundo Bagnaia, que percibe un salario de 7 millones de euros. Discurso diferente si hablamos de Fórmula 1, con un podio formado por Verstappen (65 millones de dólares), Hamilton (60 millones de dólares) y Leclerc (34 millones de dólares), la diferencia es abismal.
Dos plataformas: diferencias en las estrategias
Dos de los campeonatos de automovilismo más destacados sirven de ejemplo de cómo el marketing se adapta a públicos, formatos y culturas distintos. Aunque ambas series están arraigadas en la emoción de la competición y la innovación, sus enfoques de marketing divergen de forma notable, aunque comparten algunos puntos en común.
La F1 se comercializa como un producto de lujo, atractivo para los aficionados adinerados y las personas con un alto poder adquisitivo. El deporte hace hincapié en el glamour y la exclusividad. Su audiencia es ligeramente mayor, se centra en la fidelidad a la marca a largo plazo y los eventos suelen celebrarse en ciudades cosmopolitas, lo que refuerza la asociación de la F1 con la sofisticación y los negocios globales. La Moto Gp tiene una base de aficionados más popular y diversa, con un gran atractivo en Europa, el Sudeste Asiático y Sudamérica. Se considera un deporte más accesible, que atrae a un grupo demográfico más joven y variado. Los eventos suelen celebrarse en regiones con una profunda cultura motociclista, como Italia e Indonesia, aprovechando el entusiasmo local.
Los pilotos también tienen muchas diferencias: en F1 se comercializan como superestrellas mundiales, con figuras como Lewis Hamilton y Max Verstappen que trascienden el deporte para convertirse en iconos culturales. Estos pilotos suelen asociarse con marcas de lujo, como casas de moda y relojeros de alta gama. El acceso a ellos está restringido aumentando su mística. El piloto de Moto Gp tiene otro tipo de actitud: iconos como Valentino Rossi, Marc Márquez son célebres como atletas carismáticos y afines. El italiano, en particular, ha aprovechado su personalidad para convertirse en una de las figuras más vendibles de la historia del automovilismo. Este deporte ofrece más oportunidades para que los aficionados interactúen con los pilotos, fomentando el sentido de comunidad y la accesibilidad.
Aunque la Fórmula 1 y Moto Gp comparten el objetivo común de mostrar a los mejores pilotos y máquinas del mundo, sus estrategias de marketing reflejan sus distintas identidades. La F1 se nutre del lujo, la exclusividad y la innovación tecnológica, y atrae a una élite mundial. Moto Gp, por su parte, capta el espíritu de la accesibilidad, la pasión y la diversidad regional, resonando profundamente entre los aficionados de todo el mundo.
Liberty Media: inversiones y números
El Campeonato del Mundo de Fórmula generó unos ingresos de 3.653 millones de dólares en 2024, lo que supone un aumento del 13% respecto al año anterior. Los ingresos procedentes de los cánones pagados por los circuitos para albergar carreras del Gran Premio alcanzaron los 1.070 millones de dólares, lo que representa el 29,3% del total. Este aumento se debió al incremento de los cánones y a la introducción de dos nuevas pruebas. También aumentaron los derechos de retransmisión: los ingresos procedentes de la venta de derechos de televisión y suscripciones a F1 TV generaron 1.198 millones de dólares, es decir, el 32,8% de los ingresos totales.
La MotoGP elevó sus ingresos un 2,4% en el pasado ejercicio hasta una cifra récord de 486,2 millones de euros bajo el mando de Dorna (la organización que gestionaba la Moto Gp). La cifra de facturación rozó los 500 millones de euros y superó con creces a la cifra de negocio previa a la pandemia. La diferencia sigue siendo importante en cuanto a ingresos y para seguir este crecimiento, Liberty Media, el grupo dueño de la F1, decidió adquirir también la Moto Gp por una cifra alrededor de 4.200 millones de euros. El objetivo es replicar el modelo de los coches también en las motos.
El crecimiento mayor de la F1 se debe a la atracción de más patrocinadores: apostar por la F1 para una marca global no es una apuesta, sino un retorno garantizado. Un ejemplo puede ser el Gran Premio de Madrid que llegará en la capital en 2026. Ifema Madrid, consorcio formado, entre otros, por la administración municipal y regional, así como por la cámara de comercio de la capital española, ha firmado recientemente un acuerdo por valor de 400 millones de euros con Match Hospitality. La colaboración subraya el valor del evento dado que esta organización ya tiene experiencias relacionadas con grandes manifestaciones deportivas: desde las Finales de la ATP que se celebran en Londres desde hace casi diez años, hasta la Copa Mundial de la FIFA.
Según el estudio de Nielsen Sports, los principales socios generaron una media de 6 millones de dólares en valor mediático por carrera. El acuerdo de patrocinio medio para un equipo aumentó un 56%, pasando de 2,87 millones de dólares en 2019 a los 5 millones actuales. Los patrocinadores del mundo informático pesan un 20%, gracias al creciente compromiso en los últimos años de empresas como HP, Dropbox y Workday, mientras que en 2019 solo valían un 3%. La misma dinámica para los servicios financieros, que pesaron un 2% en términos de patrocinios en 2019 y frente a la cuota actual del 17%.
Abismo entre las dos categorías
El trabajo de Liberty Media para los coches de Fórmula 1 se ve reflejado en las remuneraciones de los pilotos. Ya vimos el abismo que hay en el podio entre la dos categorías pero en lo específico se ven más las diferencias: en F1 hay más de doce pilotos que ganan más de cinco millones netos por temporada, en la Moto Gp ese dato está muy lejos, solamente los primeros tres.
En los primeros diez puestos mejor pagados en F1 se distribuyen 249 millones de dólares. En Moto Gp, en las mismas posiciones, el número es considerablemente bajo, el total suma ‘solamente’ 53,9 millones de dólares.
Las diferencias entre las dos compañías siguen evidentes, pero ahora el dueño es el mismo y el objetivo en los próximos años será el de igualar las condiciones de las personas que trabajan, utilizar las mismas estrategias para mejorar el producto, atraer inversores sin alterar el espectáculo. La F1 domina por el momento en un negocio similar al de la Moto Gp que, actualmente, funciona de manera diferente.
