La Selección Española femenina atraviesa otra etapa de turbulencias, avivadas por la reciente convocatoria de Montse Tomé para los amistosos contra Corea del Sur y Francia. Si bien se esperaba que los cambios en estas listas marcaran un punto de inflexión tras los conflictos en los últimos años, parece que realmente han conseguido reabrir heridas. Figuras clave como Irene Paredes o Jenni Hermoso han quedado fuera de la concentración y el eco de las críticas no se ha hecho esperar.
¿Estamos ante un cambio de ciclo deportivo o una “operación limpieza” en el vestuario? La lista presentada por la seleccionadora asturiana incluye sorpresas destacadas, como la vuelta de Claudia Pina, pero también la ausencia de nombres ilustres como los dos mencionados anteriormente o el de Misa Rodríguez. Especialmente la exclusión de Paredes, una de las capitanas históricas del equipo, ha generado un intenso debate. La seleccionadora justificó sus decisiones en una rueda de prensa, apelando a cuestiones deportivas y a la búsqueda de un equipo que cumpla con las necesidades más actuales de la Selección Española.
“No quiero etiquetarlo como un cambio de ciclo. Todas las jugadoras que están en la lista tienen el nivel y rendimiento para estar aquí. Las que no están, tendrán que seguir trabajando”, señaló Montse Tomé. Sin embargo, poca gente creyó su defensa.
Entre las primeras en alzar la voz contra estas palabras estuvo Vero Boquete, exjugadora y capitana de la Selección, quien relacionó esta situación con el tratamiento que ella misma recibió tras liderar la revuelta contra Ignacio Quereda en 2015. Boquete recurrió a sus redes sociales para expresar su indignación con un contundente “déjà vu”. Más tarde, en declaraciones a Marca, profundizó en su postura: “Es lamentable, vergonzoso y una falta de respeto la forma en que se está tratando a una jugadora como Irene Paredes. Se me rompe el corazón”, apuntó.
Además, Boquete subrayó que la salida de una líder de la selección debería manejarse de forma más profesional y humana. De la misma forma, también recordó su propio conflicto con Jorge Vilda, quien la apartó del equipo tras su papel en la destitución de Quereda. “Es el mismo modus operandi que viví yo después del Mundial de 2015”, aseguró Vero Boquete, apuntado hacia la propia Montse Tomé.
Jenni Hermoso, de nuevo en el foco mediático
Otra ausencia que ha generado controversia es la de Jenni Hermoso, la máxima goleadora histórica de la Selección y figura central en los recientes éxitos del equipo. Hermoso, quien había vuelto al equipo tras el escándalo de Rubiales, quedó fuera de la lista de manera inesperada. Poco después de conocerse la convocatoria, la futbolista publicó un mensaje críptico en sus redes: “No vendan su alma al diablo”.
Jenni Hermoso (10) durante los Juegos Olímpicos de París 2024 | EFE
Aunque ella no ha dado más detalles, su frase ha sido interpretada por los usuarios como un mensaje claro que ataca tanto a la Federación como a Montse Tomé, incluyendo a ambas figuras en el mismo saco. La delantera, militando actualmente en el Tigres de México, ha vivido una temporada complicada, pero su exclusión parece ir más allá del rendimiento deportivo. "Cuestiones extradeportivas".
En paralelo, Mapi León, una de las "principales cabezas" de 'Las 15' que se opusieron públicamente al antiguo cuerpo técnico y al entorno de la Federación, sigue firme en su negativa a ser convocada. Tomé reconoció en rueda de prensa que respeta la decisión de la central del Barcelona, aunque su postura contrasta con el llamado a otras jugadoras que en su momento participaron en la protesta y han regresado a la dinámica colectiva. “Mapi no quiere venir a la selección y lo respetamos”, acentuó.
Por otro lado, el regreso de Claudia Pina, quien había estado alejada de la Selección por más de dos años, fue uno de los pocos movimientos aplaudidos. "Está disponible para lo que necesitemos y en un buen momento de forma", aseguró.
El peso del pasado y el futuro incierto
Las tensiones actuales reflejan un problema de raíz que no ha sido resuelto tras los escándalos que sacudieron a la Selección en los últimos años. Aunque el cambio de entrenador prometía ser un nuevo comienzo, las críticas hacia Tomé se centran en que representa una continuidad más que una renovación. Su papel como segunda de Vilda y su tardío distanciamiento del caso Rubiales han dejado dudas sobre su idoneidad para liderar al equipo. La propia Boquete, en una entrevista previa, ya había cuestionado y puesto en duda su idoneidad para este puesto:
Ha tolerado demasiadas cosas y se distanció muy tarde de Rubiales. No pongo en duda que es una buena entrenadora. Pero, ¿es la mejor que se puede encontrar para el mejor equipo del mundo? Creo que no
La falta de consenso y el descontento generalizado en torno a la gestión de la asturiana amenazan con fracturar aún más un equipo que acaba de lograr su mayor éxito deportivo. La Selección Española parece atrapada en un ciclo de conflictos internos y cuestiones que escapan del pudor del deporte.
Mientras tanto, el público y las leyendas del fútbol femenino observan con preocupación cómo se repiten los patrones de exclusión y falta de transparencia que marcaron etapas anteriores. Aunque Tomé afirma que “no hay puertas cerradas” para ninguna jugadora, las ausencias para este último parón de selecciones parecen contradecir ese mensaje. Una vez más, esto no pinta nada bien.
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