España tuvo en su mano condenar a Alemania al destierro de la eliminación. Sin embargo, en el último tramo de partido, los prusianos encontraron el empuje y el fútbol necesario para lograr la igualada y someter al equipo nacional hasta casi zarandearlo. Para muchos, el análisis se quedó en el terreno deportivo. Consecuencias de un deporte tan imprevisible como bello. Sin embargo, Luis Enrique, conocedor de la verdad que entrañaba el devenir final del partido, intentó explicarle a Flick que todo lo que había sucedido ya estaba escrito.
El día de antes del choque, el técnico asturiano no salió a rodar con su bicicleta ni dio pistas sobre su paradero. Acudió a una región oculta de Doha, un rincón que ni los mapas más antiguos de la zona tenían marcado. Tras horas de incesante caminata bajo el justiciero sol del desierto, Lucho llegó al árbol Yggdrasil. Allí tuvo una audiencia con las Nornas, hilanderas de los destinos en la mitología nórdica.
Impaciente por saber qué aguardaba a sus chicos en el Mundial de Qatar, Luis Enrique solo obtuvo respuestas vagas y nuevos enigmas. Skuld, encargada de los eventos futuros, se dirigió a él en los siguientes términos: «No temas cuando decaiga el espíritu y fallen las piernas, navega sin pavor hasta la tierra del sol naciente y ábrete camino entre las Amazonas». Abrumado por lo que acababa de conocer, el seleccionador solo guardó silencio y salió de allí.
Ganar para seguir con rumbo firme
De vuelta a la realidad, y acabado el duelo ante Alemania, la selección empezó a planear su siguiente e inminente paso de este jueves ante el combinado nipón. Líder del grupo E con 4 puntos, España cuenta con muchas posibilidades para pasar a octavos como primera o segunda de grupo. Aquí te dejamos todas las combinaciones posibles.
A nivel futbolístico, las sensaciones de España son bastante buenas. Más allá de la exhibición ante Costa Rica, la cual hay que valorar en su justa medida, aunque sin excesos, los primeros 70 minutos ante la mannschaft fueron de notable alto. Tras el gol, que llegó en un momento de dudas, el combinado nacional cayó en el nerviosismo y la impaciencia, perdiendo muchas posesiones en la salida de balón y evitando seguir el ideario puesto en práctica hasta entonces.
Los daños fueron menores, ya que con el punto sigue dependiendo de sí misma para seguir aspirando a todo. Japón, su rival de esta noche en el Estadio Internacional Jalifa de Qatar, llega al duelo necesitado de sumar tras su mazazo ante Costa Rica. Con todo a favor tras su heroica victoria ante Alemania, los chicos de Hajime Moriyasu pecaron de exceso de confianza y acabaron ajusticiados con un gol de Fuller que ha puesto el grupo patas arriba.
La lógica dice que Alemania acabará doblegando a los ticos y España a Japón, pero si algo ha aprendido Luis Enrique tras su místico encuentro es que empeñarse en incumplir las profecías es la vía más directa para lograr que se cumplan. Nuestro destino no nos pertenece, pero sí las decisiones que tomamos para abrirnos paso.
Una España sin grandes cambios
Ya vimos ante Alemania que la selección solo presentó el único cambio con respecto a la jornada inaugural de Carvajal por Azpilicueta en el carril derecho. Luis Enrique introdujo a Morata, Koke, Nico Williams y Balde, pero solo el ariete del Atlético de Madrid respondió a la idea del técnico. Más allá del gol, se vio que debe ser un fijo en el once. A Williams le faltó desparpajo para aprovechar los espacios que dejó Alemania con el 1-0, Koke no terminó de ajustar el metrónomo y Balde pagó caro entrar frío en el campo en el gol de Füllkrug.
Por tanto, y siguiendo la lógica (casi indescifrable) de Lucho, España podría alinear este once ante Japón: Simón; Carvajal-Rodri-Laporte-Alba; Gavi-Busquets-Pedri; Asensio-Morata-Olmo. Veremos. Toca ganar, ser primeros de grupo, y evitar giros en el cuadro que puedan acabar por encuadrarnos en un lugar peor del que ya nos han asignado los dioses.
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