El paso de Marruecos por el Mundial va de hito en hito. Se han convertido en la primera selección africana en llegar a una semifinal del torneo tras derrotar a la Portugal de Cristiano Ronaldo, y también en el vivo ejemplo de la llegada de la globalización al deporte rey: 14 de sus jugadores han nacido fuera del país, y han crecido empapándose de los estilos de equipos en las mejores ligas del globo.
La globalización es uno de los fenómenos que definen el siglo XXI. Las migraciones son cada vez más habituales -aunque, en muchos casos, se deben a motivos económicos o políticos-, y las sociedades más diversas. También se refleja en el mundo del deporte, en el que el despliegue de nacionalidades en cada liga tiene sus frutos en las distintas selecciones nacionales, con equipos cada vez más competitivos. Marruecos, en Qatar, se ha convertido en el ejemplo perfecto de ello.
14 jugadores nacidos fuera de Marruecos
Los 'Leones del Atlas' son el equipo con más futbolistas que han nacido fuera de las fronteras nacionales del torneo. Algunos de ellos, de hecho, nacieron en España, como es el caso de Achraf Hakimi -estrella del puzle marroquí- y Munir Mohammedi, de Madrid y Melilla respectivamente.
La estrella del once marroquí empezó su andadura en el fútbol en el Club Deportivo Colonia Ofigevi de Getafe, y un año después ingresó en las categorías inferiores del Real Madrid. Con ellos debutó en partido oficial en 2017. Al año siguiente se confirmó su cesión al Borussia Dortmund, después, su transferencia al Inter de Milán, y en 2021, finalmente, su traspaso al PSG.
Como Hakimi, el ya mencionado Mohammedi, Yassine Bounou, Romain Saïss, Noussair Mazraoui, Sofyan Amrabat, Selim Amallah, Amine Harit, Ilias Chair, Bilal El Khannous, Hakim Ziyech, Sofiane Boufal, Zakaria Aboukhlal y Walid Cheddira.
También es llamativo el caso del muro con el que se topó España en octavos de final: el portero Yassine Bounou.
El portero del Sevilla nació y vivió ocho años en Montreal (Canadá) hasta que regresó a Marruecos. Su epopeya futbolística, sin embargo, atraviesa España. Bounou pasó por el Atlético del Madrid, el Zaragoza, el Girona, y finalmente el Sevilla, con el que se convirtió en el primer portero del equipo en conseguir el Trofeo Zamora.
Ziyech y Mazraoui, por su parte, nacieron en Países Bajos. El centrocampista creció en el Heerenveen, el Twente, y finalmente el Ajax, antes de mudarse a la liga inglesa para jugar con el Chelsea. El defensa, por su parte, jugó en el Jong Ajax y el Ajax de Amsterdam, hasta que, al igual que su compañero, emigró, en este caso, al Bayern.
La selección completa su vertiente francófona, que abre Bounou, con Selim Amallah (Standard de Lieja), Ilias Chair (Queens Park Rangers), Bilal El Khannous (Genk), nacidos en Bélgica, y Romain Saïss (Besiktas), Sofiane Boufal (Angers) y Zakaria Aboukhlal (Toulouse), nacidos en Francia. Estos últimos se verán las caras con su país natal el próximo miércoles a las 20.00 en unas semifinales históricas para el conjunto granate.
Más allá de 'Occidente'
Occidente, tal y como lo entendemos monopolizado por Europa y América, ya no es el único que triunfa por la Copa del Mundo. Solo Corea del Sur había roto hasta hoy la barrera en 2002, donde otras selecciones como Uruguay, Brasil o Argentina ya habían triunfado. Ahora son los 'Leones del Atlas' los que pueden llegar a hacerse con el trofeo y hacer gala de que el fútbol del siglo XXI va mucho más allá de lo que conocíamos hasta ahora.
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