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La última venida de Nadal y el merecido epílogo de un 2024 para volver a disfrutar con el tenis

Tras 351 días sin competir desde la última lesión, el balear volvió a la senda de la victoria ante Thiem en Brisbane. ¿Qué podemos esperar esta temporada de Nadal? ¿Dosificará su cuerpo?

18 de enero de 2023. Segunda ronda del Open de Australia. El estadounidense Mackenzie McDonald se impone a Rafa Nadal en tres sets (4-6, 4-6 y 5-7), en la que será una de las victorias más agridulces de su carrera deportiva. El tenista balear, tras negarse a la retirada, termina el partido con una importante lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda.

El deterioro de las molestias no cesó, obligándole a perderse Roland Garros y toda la temporada de tierra batida, con el consabido peso emocional que tiene para la mejor raqueta que ha conocido la sagrada arcilla francesa. Meses de silencio, hasta el comunicado de prensa diciendo adiós al Grand Slam. Finalmente, Nadal decide operarse el 2 de junio.

La intervención consistió en una artroscopia con la que finiquitar dicha lesión en el psoas, además le retocaron el lábrum (un tejido que protege la articulación) de su cadera izquierda, que le traía por la calle de la amargura desde hace bastante tiempo. Rafael Nadal aprovechó sus vacaciones para recuperarse, postergando la vuelta a los entrenamientos hasta agosto, ocho meses después del fatídico encuentro ante McDonald en Melbourne.

Después de coger confianza y perder el miedo a recaer, Nadal y su equipo continuaron con el plan de recuperación en Kuwait hace unas semanas, donde el tenista tiene otra Academia. Con la vista puesta en debutar en Brisbane, Nadal hizo su primer ademán competitivo con Marc López en un partido de dobles ante los australianos Purcell y Thompson, que acabó con derrota en dos sets para los españoles.

Finalmente, el 2 de enero llegó el día soñado. En la pista dura de Brisbane y ante el minimizado Thiem, Rafael Nadal volvió a sentirse jugador de tenis. Un magnífico 7-5 y 6-1 que hizo enloquecer a los allí presentes, absolutamente entregados a los raquetazos del balear.

En octavos de final, Nadal se impuso a Jason Kluber por 6-1 y 6-2. En cuartos, tras tener tres bolas de partido en el segundo set frente a Jordan Thompson, claudicó en la tercera manga ante una soberbia reacción del de Sídney. Pese a la decepción momentánea, por fin, Nadal estaba de vuelta. Pero, ¿será 2024 un hermoso epílogo o un homenaje autoimpuesto?

¿Qué podemos esperar de Nadal en 2024?

Una de las claves en el regreso de Rafa a las pistas la dio el propio Nadal en rueda de prensa. El de Manacor aseguró que no tenía expectativas con lo que podría llegar a jugar o no en este 2024. Iría pasito a pasito, empezando con el mencionado ATP 250 de Brisbane, que le ha servido para seguir cogiendo sensaciones de cara al Open de Australia.

De hecho, estos dos campeonatos y el Conde de Godó son los únicos campeonatos en los que Nadal ha asegurado que estará. Él sabe mejor que nadie que este 2024 es toda una incógnita, y que posiblemente será su última temporada en una pista de tenis. Con 37 años y el cuerpo pidiendo a gritos finalizar la andadura, el milagro es que Nadal haya vuelto a competir y sentirse profesional.

Un deportista sin parangón a nivel nacional por sus victorias, por la épica, el sacrificio, la entrega y la dedicación durante más de 20 años para tratar de ser el mejor. Un saco de actuaciones para el recuerdo, de grandes conquistas, de garra ante la adversidad, de mentalidad ganadora, forjadas a base de dura rutina hasta convertirse en uno de los mejores deportistas de la historia.

La victoria fue un bálsamo para las dudas de Nadal, cuyo sueño olímpico asoma en el horizonte como el clímax de una legendaria carrera.

"Echaba de menos estar bien y estar sano, por supuesto. Me he sentido competitivo y jugar frente a un público como este de entregado, como siempre ha sido durante toda mi carrera aquí en Australia, ha sido increíble. Y no puedo agradecérselo a todo el mundo", concluyó el tenista de Manacor al finalizar el choque con Thiem.

Está tremendamente arropado por un equipo que mima cada paso que Nadal quiere dar en los últimos coletazos de su trayectoria. Con 22 Grand Slam, 5 Copa Davis, dos medallas de oro olímpicas (individual en 2008 y dobles en 2016) y un millar de victorias a sus espaldas, quién sabe si este curso será el que más disfrute un Nadal que solo quiere volver a sentirse como en niño que un día fue. Su cabeza está preparada, falta saber si también su cuerpo lo estará cuando lleguen las curvas. Alea iacta est.

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