Era el duelo que todo el mundo ha estado esperando desde que el pasado jueves el sorteo de los cuadros de Roland Garros emparejara en primera ronda a Rafael Nadal con Alexander Zverev. Antes del partido ya se vaticinaba una carga deportiva y emocional muy fuerte. Campeón en catorce ocasiones, el tenista balear regresaba 722 días después a su pista fetiche, una Philippe Chatrier a rebosar.
El reto era mayúsculo, no obstante. El alemán -número 4 del mundo- llegaba a la 'Copa de los Mosqueteros' parisina tras levantar en el Masters 1.000 de Roma su primer título de la temporada. Incluso la propia organización del torneo definía previamente este cara a cara usando unas palomitas en sus redes sociales. No fue para menos.
Hasta la fecha, tras 115 encuentros disputados en París, tan solo dos tenistas habían sido capaces de derrotar a Rafa Nadal: el sueco Robin Söderling en 2009 y Novak Djokovic por partida doble, en 2015 y en 2021. A esta efímera lista hay que añadir, a partir de hoy, la trabajada "hazaña" de Alexander Zverev. El alemán ha cumplido con los pronósticos y se ha impuesto a Nadal en tres sets (6-3, 7-6, 6-3), a pesar de la tenaz y convincente batalla con la que el español se ha despedido, momentáneamente, de todos los aficionados franceses.
Nadal aclaró durante la presentación previa que no iba a decir al 100% que este era su último año en la cita parisina y que no quería que hubiera ningún acto especial de despedida todavía, más allá de las muestras espontáneas de cariño que pueden tener el público y el torneo con él. "Como podéis imaginar, teníamos algo planeado para él. Pero quiere dejar la puerta abierta, así que no le presionaremos para que haga nada. Es su decisión si quiere tener una ceremonia, un adiós y una despedida en condiciones. No será este año", anunciaba al respecto la actual directora de Roland Garros, Amélie Mauresmo.
Nadal dice adiós en la primera ronda
El balear, que el próximo 3 de junio cumple 38 años, afrontaba -por primera vez en la historia del torneo- un encuentro en el que no partía como favorito. Es más, parte de ello se debe a que para encontrar su última victoria en un Grand Slam hay que remontarse al Open de Australia del año pasado. Nadal venció entonces al británico Jack Draper para luego ceder en segunda ronda ante Mackenzie McDonald y despedirse, posteriormente, del resto de la temporada.
"Es difícil hablar para mí en este momento. No se si será mi última vez aquí. Si así llega a ser, ha sido un placer enorme recibir todo el apoyo de esta pista. Es probable que no vuelva a Roland Garros, pero no es seguro. Mi cuerpo se siente mejor que hace dos meses. Espero volver a esta pista en los Juegos Olímpicos y recibir todo este apoyo", pronunciaba Nadal tras tres largas horas de encuentro.
El palco del campeón de 22 grandes estaba repleto como si de una final se tratara, con la misma gente que le ha ido acompañando a lo largo de sus catorce finales en los Internacionales de Francia. No se quisieron tampoco esta nueva cita de Nadal muchas de las estrellas del tenis, como Novak Djokovic, Carlos Alcaraz o Iga Swiatek.
El inicio, no obstante, no fue fácil. Nadal mostró carencias en los primeros minutos. Falto de movilidad en los movimientos laterales y renqueante al servicio. Zverev aprovecharía una tempranera rotura en el servicio del balear para apuntarse la primera manga por 3-6. Apretó cuando quiso y como quiso para sofocar todos los intentos de rebelión del manacorí, que en este momento de su carrera juega a una velocidad ligeramente inferior a la rivales como el hamburgués.
Aun así, Nadal se anotó algunos puntos maravillosos y consiguió mejorar tanto el movimiento como el golpeo con el paso de los minutos. En la segunda manga, salvó un 15-40 en el cuarto juego y lo celebró como en los viejos tiempo: salto y gesto del serrucho con el puño cerrado. Pudo ser un punto de inflexión, porque a partir de ahí jugó más que bien y el premio fue un break con el que llegó a un goloso 5-3. Sin embargo, Zverev lo recuperó a tiempo y después anduvo muy atento en un desempate en el que Rafa hizo dos malas dejadas para condenar otro set en contra. 0-2 para Zverev en París.
Cuesta abajo en la rodada, como dice ese tango, el español no se rindió. Los aficionados recordarían la final del Open de Australia de 2022, cuando le levantó dos sets a Medvedev para proclamarse campeón. Aunque de nuevo, cuando tomó una ventaja interesante con otro quiebre, Sascha lo arruinó. Nadal soportó la presión hasta que Zverev le rompió el saque por quinta vez. El teutón demostró personalidad. No era fácil abstraerse en un ambiente desfavorable. El alemán terminó cerrando el partido (3-6 en el último set) y cediendo todo tipo de protagonismo a Nadal en la entrevista posterior.
Carlos Alcaraz avanza con paso firme
Durante la jornada de este domingo, Carlos Alcaraz se confirmó como una de las grandes propuestas para levantar el Grand Slam parisino, superando por cuarta vez seguida en su carrera la primera ronda. El número tres del mundo acabó con la resistencia de Jeffrey John Wolf (6-1, 6-2, 6-1) en 1 hora y 51 minutos. Sin embargo, se nota que al pupilo de Juan Carlos Ferrero le falta rodaje, sobre todo en arcilla, tras ausentarse de Montecarlo, Barcelona y Roma por la lesión en el pronador redondo del brazo derecho. Había dudas.
La lluvia -una invitada habitual en el abierto galo- detuvo el encuentro durante varios minutos, hasta que los operarios pudieron cerrar, al menos, el techo de la Philippe Chatrier. Quien no pudo frenar, no obstante, su fatídico final fue el tenista estadounidense -número 107 en el ranking-. Alcaraz fue de menos a más. En el primer juego envió, de hecho, tres golpes de derecha fuera y se dejó romper el servicio en primera instancia. En cada juego, más peso a su derecha, más dureza en el saque y más subidas a la red. No requirió de mucho más en un encuentro protagonizado por la infinitud de fallos de Wolf.
Alcaraz, algo atípico en los Grand Slam, disfrutará de dos días de descanso antes de medirse en segunda ronda con Jesper de Jong, verdugo de Jack Draper por 7-5, 6-4, 6-7(3), 3-6 y 6-3. El neerlandés superó precisamente a Wolf en la última ronda de la fase previa.
Además de Alcaraz, Pedro Martínez también debutó con victoria en la tarde del domingo, remontando un duro partido ante el argentino Thiago Agustín Tirante. Las malas noticias llegan, no obstante, en el cuadro femenino, donde dos de las cinco españolas presentes han dicho adiós a las primeras de cambio. Ni Jessica Bouzas ni Rebeka Masarova fueron capaces de superar sus primeros obstáculos -la croata Jana Fett y la checa Markéta Vondrousová, respectivamente- y continuar así con su positiva progresión durante esta temporada.
Ojeador
Lo de Nadal ha pasado de ser heroico y admirable, a ser cansino. Sólo puedo imaginar que su ansia por seguir pueda deberse a una funesta administración de lo que deberían ser sus abultados bienes. ¡¡Váyase ya, por favor y deje de ir haciendo el ridículo y arrastrándose de pista en pista!! ... aunque bien pagado, imagino.