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Así fue la ‘negociación’ entre Koke y el Cholo con la grada tras el lanzamiento de objetos en el derbi

El derbi madrileño se vio manchado por un episodio en el que la grada más radical de los colchoneros lanzó mecheros y otros objetos al portero del Real Madrid, Thibaut Courtois

El entrenador del Atlético, Diego Simeone, se dirige a los ultras durante el incidente del derbi.
El entrenador del Atlético, Diego Simeone, se dirige a los ultras durante el incidente del derbi. EFE

El derbi madrileño entre Atlético de Madrid y Real Madrid del 29 de septiembre de 2024 estuvo marcado por un lamentable incidente que afectó el desarrollo del encuentro.

El partido, que terminó 1-1, se detuvo durante 15 minutos debido al lanzamiento de objetos por parte de algunos aficionados rojiblancos desde la grada del Metropolitano al guardameta madridista Thibaut Courtois.

Este suceso no solo empañó el espectáculo deportivo, sino que obligó a intervenir al entrenador Diego Simeone, el capitán Koke y el defensa José María Giménez para calmar los ánimos.

Un partido tenso que se salió de control

El encuentro, que hasta ese momento transcurría con normalidad dentro del campo (pese a algunos silbidos, gritos e improperios hacia Vinicius y Courtois) se descontroló tras el gol de Eder Militao, quien abrió el marcador para el Real Madrid en el minuto 64.

En ese instante, algunos hinchas del Atlético comenzaron a lanzar objetos desde la zona de los ultras. Thibaut Courtois, portero del equipo blanco y exjugador colchonero, fue uno de los principales objetivos de estos lanzamientos.

El portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, retira una botella lanzada desde la grada.

Mecheros y botellas de agua cayeron cerca de él (incluso una bolsa que parecía contener heces o pañales), lo que provocó un intercambio de palabras entre Courtois y los aficionados del Atlético.

Los aficionados ultras se excusan en que este les provocó tras el gol madridista celebrándolo frente a ellos, pero lo cierto es que ya antes se escuchaban cánticos como "Courtois muérete, Courtois muérete", entre otros. Lo que hizo reaccionar al portero y celebrar el gol con rabia ante ellos.

La situación llevó al árbitro, Mateo Busquets Ferrer, a detener el partido, enviando a los jugadores de ambos equipos al vestuario mientras intentaban restablecer el orden.

La suspensión del encuentro duró aproximadamente 15 minutos, durante los cuales los protagonistas del equipo rojiblanco buscaron controlar la situación.

La intervención de Simeone, Koke y Giménez

Con la tensión en aumento y el partido detenido, Diego Simeone tomó la iniciativa para calmar a la afición. El técnico argentino, consciente de que el incidente estaba perjudicando a su propio equipo, se acercó a la grada donde se encontraban los ultras para intentar 'negociar' con ellos.

En un vídeo que circula en redes sociales, se puede ver al Cholo pidiendo cabeza a los hinchas, aunque también les alentó a seguir 'animando' al equipo, instándoles a que canten y animen. "Vamos a cantar, vamos a cantar", insistía el técnico argentino.

Aún así, pese a reprochar la actitud de los ultras, el entrenador no dudó en señalar a Courtois al final del partido, diciendo que, aunque eso no justifique la actitud de los ultras, hay que empezar también a sancionar a los jugadores que 'provocan' a la grada, algo que generaría mucha controversia entre los aficionados.

Su objetivo era claro: detener los lanzamientos para poder continuar el partido sin más interrupciones, pero manteniendo el ambiente tenso y provocativo de los ultras.

A esta mediación también se unieron Koke y José María Giménez, dos de los líderes del vestuario del Atlético. Ambos futbolistas se acercaron a las gradas para intentar calmar a los aficionados y hacerles entender que estos comportamientos perjudicaban al equipo.

Koke, en particular, no dudó en criticar la actitud de Thibaut Courtois, acusando al portero belga de exagerar sus quejas ante el árbitro, aunque la situación ya estaba desbordada por los incidentes en la grada.

Un episodio lamentable que empaña el derbi y mancha al fútbol español

Lo que debía ser una celebración de uno de los partidos más esperados de la temporada terminó empañado por la violencia de un sector de la afición.

Además del lanzamiento de objetos hacia Courtois, también se lanzó un objeto a Eder Militao durante la jugada del gol (esta vez no fue por parte de la sección radical del Frente Atlético), lo que aumentó la frustración en el terreno de juego.

Estos comportamientos no solo afectaron el desarrollo del encuentro, sino que también ponen en entredicho la imagen del fútbol español, ya que este tipo de acciones tienen consecuencias tanto deportivas como legales.

La situación finalmente se calmó gracias a la intervención de Simeone, Koke y Giménez, permitiendo que el partido se reanudara tras casi 20 minutos de suspensión.

Sin embargo, el incidente ya había dejado una huella en el encuentro, que terminó en empate 1-1 tras los goles de Militao y Ángel Correa, quien igualó el marcador en el tiempo de descuento para el Atlético de Madrid.

Una pequeña crónica del derbi madrileño

En cuanto al desarrollo del partido, el primer tiempo estuvo marcado por un Real Madrid dominante en cuanto a la posesión, pero que generó pocas ocasiones, al igual que los colchoneros. Los dos equipos comenzaron el partido con prudencia.

Los de Carlo Ancelotti se adelantarían en el minuto 64 con el gol de Militao en un momento en el que el partido ya estaba 'roto', pues con la entrada de Samu Lino por parte del Atlético de Madrid, el partido empezó a ser de tú a tú con ambos equipos haciendo internadas peligrosas por las bandas.

Sería en este instante, cuando el Madrid tenía el partido donde quería, pero, tras el incidente y la pausa de casi 20 minutos, el partido cogería unos tintes distintos y el Atlético de Madrid saldría crecido a por el empate, mientras que los blancos apostaban por la cautela, llegando Carlo Ancelotti a meter a Lucas Vázquez y Fran García para defender el resultado.

Algo que no le saldría bien, pues en el descuento el partido sería empatado por parte de los colchoneros con un gol del argentino Correa. A partir de ahí, se jugaría poco fútbol hasta el pitido final y los nervios y la tensión serían los protagonistas, haciendo que Marcos Llorente recibiese la tarjeta roja directa por una fea entrada a Fran García.

El empate 1-1 deja a ambos equipos con sensaciones agridulces: el Real Madrid, que pudo haberse llevado los tres puntos si no hubiera bajado el ritmo tras el gol inicial, y el Atlético de Madrid, que reaccionó bien pero que vio afectado su rendimiento por los incidentes en la grada y la interrupción del partido. Aunque quizás esto les acabase favoreciendo.

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