Neymar está disfrutando de las vacaciones más largas que se le recuerdan a un futbolista en activo en los últimos tiempos. Después de salir por la puerta de atrás de la Copa América, tras agredir a un rival e insultar al árbitro en el partido ante Colombia, el jugador fue sancionado con cuatro partidos y retornó a Brasil para refugiarse en su casa con los suyos.
Días después el futbolista comenzó a dejarse ver rodeado de amigas en fiestas. Un trasiego que no ha parado desde entonces. Poco después emprendió un viaje por Estados Unidos que le llevó a Las Vegas, donde se encontró con celebridades del deporte como Michael Jordan. No fue el último viaje que hizo. Retornó a Brasil y se dejó ver en Sao Paulo, en un torneo de póker benéfico cuyos fondos iban destinados a su fundación. Todo apuntaba a que tendría que regresar para sumarse a la gira estadounidense del equipo, pero Luis Enrique le dio permiso para no incorporarse hasta que no lo hicieron los jugadores que han participado en la Copa América: el brasileño Alves, los argentinos Messi y Mascherano y el chileno Bravo.
Sin embargo, Neymar ha regresado a España acompañado de su inseparable pandilla de amigos y, después de pasar por Barcelona, viajó a Ibiza, donde se topó con el delantero costamarfileño. Allí apura sus últimos días de estas larguísimas vacaciones. Aterrizó el lunes en el aeropuerto ibicenco y cenó los ‘Toiss’, su grupo de amigos, en el restaurante Lío, destino habitual de muchas celebridades que pasan sus vacaciones en la localidad balear. Su regreso a Barcelona está previsto para el miércoles.
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