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Nico Williams y Lamine Yamal: dos 'niños' que arrasan en la Euro jugando a 'piedra, papel, tijera'

España ha derrotado de forma contundente a Georgia por 4-1 en una actuación magistral del equipo donde Nico Williams y Lamine Yamal brillaron del mismo modo que nos tenían acostumbrados

La Eurocopa 2024 está siendo un torneo vibrante, lleno de sorpresas y emociones fuertes como la revelación de Austria o como la precoz eliminación de Italia. Pero entre los equipos que han destacado con luz propia, España, contra todo pronóstico, se ha convertido en una de las grandes favoritas al título. Sobre todo, después de la abultada victoria por 4-1 ante Georgia. Y dentro de la selección española, hay dos nombres que han cautivado a la afición: Nico Williams y Lamine Yamal.

Con permiso de Rodrigo Hernández, quien fue el MVP del partido, y el resto de compañeros, hay que destacar -una vez más- la figura de Nico Williams y Lamine Yamal. Y es que estos dos jóvenes talentos, nacidos en 2002 y 2007 respectivamente, han irrumpido en el panorama futbolístico con una fuerza arrolladora. Su frescura, su descaro y su talento innato han aportado una nueva dimensión al juego de la Roja, convirtiéndolos en piezas fundamentales en el esquema de Luis de la Fuente.

La conexión mágica de dos compañeros que son amigos

Nico y Lamine han empezado a fraguar una relación sana de compañerismo desde que han empezado a coincidir en las concentraciones de la selección. Desde entonces, han desarrollado un comportamiento similar al de una amistad profunda que se refleja en la química que tienen dentro del campo. Se entienden a la perfección, saben dónde está el otro e incluso se buscan constantemente para crear jugadas de peligro aunque estén en distintas bandas. Además del peligro y calidad individual que atesora cada uno de ellos ya de por sí.

Y es que esa conexión mágica no solo se limita al terreno de juego. Fuera de él, también son dos 'niños' inseparables (21 y 16 años, recordemos) que comparten aficiones, bromas y momentos inolvidables con los que divertirse. Por ejemplo, durante una pausa del choque ante Georgia, los aficionados los pudieron ver jugando al tradicional 'piedra, papel, tijera' donde se jugaban quién bebía primero de la botella de agua. Ganaría el menor de los Williams. Una muestra de que pese a la responsabilidad que tienen, de llevar el peso de todo un país sobre sus espaldas, al final son unos chavales.

Lamine y Nico jugando a piedra,papel, tijera tras pasar a cuartos ??? pic.twitter.com/sTTVskXrTX

— Jonan Basterra (@Pixel_Jonan) June 30, 2024

Nico, a su vez, trata de ser el espejo inspirador en el que se mire Lamine, ya que, aunque tenga solo 21 años, es mayor que el jugador blaugrana y siempre intenta estar pendiente de él y de que todo le vaya bien. "Ya le he dicho que tiene que aprender de 'su padre'", decía entre risas en una entrevista. También dijo, en esa misma entrevista, que "es un buen chaval. Ojalá puede conseguir un MVP. Se lo merece", lo que nos deja claro la excelente relación que tienen.

Del mismo modo, Lamine de forma bromista decía en una entrevista que "soy su padre, le tengo dominado. En todo lo que jugamos le gano". En fin, una relación buenísima y sanísima entre los dos talentos españoles.

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Atrevimiento y diversión en el campo

Nico y Lamine no solo son talentosos, sino también atrevidos y divertidos. No tienen miedo a probar cosas nuevas, a arriesgarse en el juego y a sorprender a sus rivales. Su estilo de juego eléctrico y dinámico ha aportado una bocanada de aire fresco a la selección española, contagiando de ilusión y alegría a la afición.

Nico Williams celebra con su compañero Lamine Yamal tras marcar el 3-1 durante el partido de octavos de final entre España y Georgia. // EFE

En el campo, se les ve disfrutar cada minuto. Se ríen, se celebran mutuamente los goles y se divierten con el fútbol. Esa alegría contagiosa es una de las claves del éxito de la selección española en esta Eurocopa.

La niñez como inspiración

Esa alegría y ese disfrute del fútbol provienen, sin duda, de su interminable niñez. Se niegan a abandonar esa etapa tan inocente y divertida que es la niñez, una filosofía que incluso podríamos aplicar en la vida. Ambos crecieron jugando en las calles, soñando con convertirse en futbolistas profesionales. Y ese sueño se ha hecho realidad gracias a su talento, su trabajo duro y su pasión por este deporte.

Nico y Lamine son un ejemplo para las nuevas generaciones de futbolistas. Demuestran que, pese a que es indispensable tener ese pequeño golpe de suerte, también es posible llegar a lo más alto con trabajo, dedicación y, sobre todo, con mucha ilusión y pasión por el juego. Dos gigantes que son niños.

Un futuro brillante por delante

Con solo 21 y 16 años respectivamente, que se dice pronto, Nico y Lamine tienen un futuro brillante por delante. Ya son dos de los mejores jugadores jóvenes de Europa y tienen todo el potencial para convertirse en leyendas del fútbol español. La Eurocopa 2024 ha sido solo el comienzo de su viaje, y seguro que nos seguirán regalando grandes momentos en los próximos años.

En conclusión, Nico Williams y Lamine Yamal son la chispa juvenil que impulsa a España en la Eurocopa. Su talento, su atrevimiento, su conexión y su alegría contagiosa han convertido en dos piezas fundamentales de la selección y en dos de las grandes promesas del fútbol mundial. El futuro les sonríe a estos dos jóvenes cracks, y seguro que nos seguirán regalando grandes momentos en los próximos años.

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