Francia, considerada por muchos la mejor selección de la historia del balonmano, no es tan admirada fuera de la cancha. Sobre todo, después de que varios de sus jugadores hayan encadenado unas celebraciones fuera de tono y exageradas tras proclamarse campeones olímpicos en los recientes Juegos de Londres.
Tras ganar en la final a Suecia (21-22), los galos acudieron al pequeño plató que el diario deportivo L'Equipe montó en la capital inglesa para realizar entrevistas a los deportistas franceses que participaron en los Juegos. El seleccionador, Claude Onesta, bromeó levantando la mesa del plató. Nikola Karabatic, la fornida estrella del equipo, le imitó llevando la broma al extremo. Entre las risas de sus compañeros, algunos tapándose la cara y otros llevándose las manos a la cabeza, Karabatic y Onesta, con la ayuda de otros jugadores, siguieron levantando la mesa hasta partirla por la mitad.
El vídeo corrió como la pólvora y el propio seleccionador ha tenido que salir a defender a sus muchachos: "Esto está tomando una dimensión que me parece desmesurada. Se está presentando como una agresión vandálica lo que fue simplemente algo desplazado en las formas, pero que en ningún caso tenía voluntad de ser un ajuste de cuentas ni agredir la libertad de expresión de la prensa". Onesta se refiere a las críticas realizadas en L'Equipe por los planteamientos y el juego de la selección de balonmano en algunos partidos antes y durante los Juegos Olímpicos.
El mismo día del incidente en el plató de televisión, el figura Karabatic y su compañero Xavier Barachet le quitaron la chaqueta y la camisa a Nicolas Jamain, periodista de RMC Sport que les entrevistaba en directo.
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