Por el momento, Inglaterra sigue respirando en la Eurocopa 2024, aunque sus pulmones empiezan a dar problemas. Los hombres de Gareth Southgate lograron superar "el bache" de octavos de final ante la Eslovaquia del italiano Francesco Calzona. Lo hicieron como de costumbre: lejos de su mejor versión y tras una remontada que se cimentó con un tanto de Jude Bellingham en el minuto 95, llevando así el partido a la prórroga. Harry Kane se encargó de sentenciarlo.
Sin embargo, tras la clasificación para los cuartos -donde se medirán a Suiza, verdugo de la vigente campeona Italia en la fase anterior- se activa otra alarma más en la selección inglesa; un fuego que podría conllevar una sanción para su jugador estrella tras los gestos que este mismo protagonizó tras conseguir el empate en Gelsenkirchen.
Jude Bellinghams gesture to the Slovakian bench after he scored ?????????? pic.twitter.com/qwlUSa7Ocs
— Football Fights (@footbalIfights) June 30, 2024
La UEFA, máximo organismo del fútbol europeo, anunció este lunes que un "inspector de Ética y Disciplina desarrollará una investigación disciplinaria sobre una posible violación de las reglas básicas de conducta decente por parte del jugador de la Federación Inglesa de Fútbol, Jude Bellingham, presuntamente exhibida durante octavos de final contra Eslovaquia", explica un comunicado de la propia entidad.
El obsceno gesto de Jude Bellingham
El futbolista de Inglaterra marcó el tanto del empate en los suspiros finales del descuento y tras ello realizó un gesto, tocándose los genitales, supuestamente hacia los suplentes rivales que estaban en la zona del banquillo. Las cámaras enfocaron a Bellingham cuando regresaba a su campo junto al delantero del Bayern Múnich tras la celebración, desatando entonces toda la polémica en redes sociales.
Aunque el gesto no haya sido recogido en el acta por el árbitro turco Umut Meler al final del partido, el '10' de Inglaterra corre el riesgo de ser sancionado por la UEFA ya que su contundente movimiento sería objeto de medidas disciplinarias del organismo rector continental.
Además, en Eslovaquia consideraron que dicho gesto iba dirigido a su banquillo, algo que el propio Bellingham desmintió y aclaró posteriormente en su cuenta X (antes Twitter). "Un gesto de broma interna hacia algunos amigos cercanos que estaban en el partido. No tengo más que respeto del juego de Eslovaquia esta noche", escribió el jugador merengue de los 'Three Lions' junto a varios emoticonos. La rápida reacción del inglés le dio naturalidad al caso, pero la UEFA vigilará y estudiará a más fondo este episodio, así como todas las actitudes de los jugadores y su relación con la grada. Hace unos días ya castigó con dos partidos al delantero albanés Mirlind Daku, por lanzar proclamas políticas hacia sus aficionados.
El problema está en si el Tribunal de la misma UEFA considera que Bellingham vulneró el artículo 11 2b que proclama el "respeto a los principios de conducta ética, lealtad, integridad y espíritu deportivo". Si es así, la joya inglesa podría recibir una sanción que va de una multa a la suspensión efectiva, lo que podría apartarle del grupo que se enfrente a Suiza en los cuartos de final, aunque para ello la entidad debería acelerar el proceso, que habitualmente lleva varios días de desarrollo. La pena también podría conllevar una propia combinación de ambos castigos -fecha de suspensión más multa-.
No hubo sanción para Emiliano Martínez
Sin embargo, no se trata de una conducta pionera en el mundo del deporte; ni del fútbol siquiera. Hay dos antecedentes similares que pueden darían un guiño al ex jugador del Borussia Dortmund. En 2019 y ante gestos parecidos durante encuentros de la Champions League, Cristiano Ronaldo y Diego Simeone resultaron multados por "conducta inapropiada". La sanción supuso un pago de 20.000 euros.
Distinto final tuvo Emiliano Martínez, portero del Aston Villa inglés y héroe de la Argentina que fue campeona del Mundo en Catar 2022.
Una vez terminada la final, la FIFA no dudó en concederle el 'Guante de Oro' al 'Dibu', un premio al mejor portero del campeonato. Con el galardón en sus manos, el arquero argentino lo colocó en su misma entrepierna ante la mirada atónita de uno de los miembros de la organización catarí que se lo había entregado. Según recogió la prensa argentina, el motivo de este episodio se encontraba en la grada del Estadio Lusail, en el que se celebró la final del Mundial.
En declaraciones a la radio argentina La Red, Emiliano Martínez argumentó que realizó ese gesto porque los franceses le estaban abucheando. "La soberbia no va conmigo", añadió el argentino. Una respuesta impropia de un jugador de fútbol que no recibió castigo alguno, a pesar de que la FIFA también abrió un proceso disciplinario.
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