El ciclista español Ángel Vicioso asegura que su relación con Eufemiano Fuentes, en la época posterior a su convivencia natural como ciclista y médico del equipo Kelme (1999-2002), se limitaba a "consultas médicas esporádicas y gratuitas en Madrid" que tenían lugar "en un bar o un hotel" y ha negado que nunca se sometiera a un plan de dopaje con el doctor canario.
"Entre 2004 y 2006 esporádicamente sí llamaba a Eufemiano para consultas de algún problema que tenía, como uno en una rodilla por una caída en el Tour. No era un especialista en traumatología -Fuentes es ginecólogo-, pero era un buen médico y yo pensaba que al conocerlo de los años de Kelme me podría dar una solución", defendió Vicioso este viernes durante su declaración como testigo en el juicio oral de la 'Operación Puerto'.
"Eran consultas esporádicas y gratuitas. Yo le llamaba y le decía 'tengo este problema' y a lo mejor en un hotel o en un bar lo hablábamos. Nunca me prescribió un medicamento. Me decía 'vete a tal clínica y luego me dices'. Le pedí permiso a Manolo Saiz para ver si le podía pedir algunas consultas, no para ser tratado", agregó al respecto.
El abogado de la Unión Ciclista Internacional le preguntó al ciclista aragonés si existe alguna posibilidad de que su sangre aparezca en las bolsas incautadas por la Guardia Civil. "No puede haber ninguna bolsa con sangre mía. Si la jueza me lo pide, no tengo ningún inconveniente en facilitar una muestra de sangre para cotejarla", aclaró.
Vicioso, suspendido esta misma semana por el Katusha cuando el equipo ruso se enteró de que iba a comparecer en el juicio -no como imputado, sino como testigo- negó cualquier implicación con Eufemiano Fuentes desde que en 2002 dejaron de compartir equipo en el Kelme. "En la época de Kelme, a lo mejor me pudo realizar una extracción para una analítica, pero a partir de 2003 nunca. Merino nunca me extrajo sangre, ni Alberto León", declaró.
Durante su declaración, a Vicioso se le enseñaron varios documentos y él negó conocerlos todos. Respecto al folio 669, con el sello del Liberty y el título 'Programación Vicioso', explicó que los había visto similares, pero que era demasiado detallado respecto a los que le remitía el equipo. En el reverso de dicho documento incautado a Fuentes, figuraban las referencias '10xAVR', '1x(asterisco)', '1xIG' y '10xTCH' con una suma total en la que se leía '660 euros me debe' a fecha 31 de mayo de 2005. En esa época, Vicioso seguía teniendo como preparador personal a otro de los imputados en el caso, José Ignacio Labarta, pese a que ya no trabajaban en el mismo equipo, como si ocurría en el Kelme.
En un momento de la declaración, la representante del Ministerio Fiscal, Rosario Calero, le pidió a la jueza, Julia Patricia Santamaría, que le recordara a Vicioso que el falso testimonio es un delito. A preguntas de la defensa, el ciclista aragonés aseguró que "nunca" fue "presionado" por Labarta ni por Vicente Belda para tomar sustancias dopantes durante su periplo en el Kelme. "No sé por qué salió Manzano del equipo", dijo, sin querer refrendar la versión del exciclista -aseguró que se había negado a seguir dopándose- ni la de Belda -lo achacó a la indisciplina continuada de Manzano-.
Antes del testimonio, la jueza quiso "avisar para el futuro" a Vicioso al enumerar los diversos intentos fallidos de la Guardia Civil por localizar su paradero, lo que provocó que se retrasara diez días su declaración tras presentar un certificado médico por una lumbalgia. "Cuando cambie de domicilio, lo primero que tiene que hacer es ponerse en contacto con el juzgado. Si no, se puede poner una multa e incluso se puede considerar un delito de obstrucción a la justicia", le advirtió al ciclista, que aclaró que tiene fijada su residencia en Andorra desde el pasado 7 de enero.
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