El atleta olímpico y paralímpico sudafricano Oscar Pistorius rompió a llorar este martes en el estrado al describir los momentos previos a cuando disparó, presuntamente sin saberlo, a su novia, Reeva Steenkamp, al "oír un ruido" y antes de que se diera "cuenta", creyendo que era un ladrón escondido en el baño.
Pistorius, que está acusado de asesinar a la modelo y licenciada en derecho de 29 años, relató en el tribunal en Pretoria cómo escuchó que la ventana de su baño se abría en medio de la noche del Día de San Valentín del año pasado, lo que lo convenció de que un intruso había ingresado en su casa y que necesitaba armarse.
"Ese es el momento en que todo cambió", dijo Pistorius, con la voz tensa producto de la emoción. "Pensé que era un ladrón que había logrado entrar a mi casa", agregó el atleta, que indicó al tribunal que tomó una pistola de 9 milímetros ubicada debajo de su cama y que se movió sin sus prótesis por un pasillo que se extiende desde el dormitorio hacia el baño.
Según su relato, al asomarse por la puerta del baño con el brazo derecho extendido sosteniendo su arma y su brazo izquierdo afirmado contra la pared, se dio cuenta de que la ventana del baño estaba abierta, lo que confirmó sus peores temores. "No estaba seguro a dónde apuntar el arma de fuego (...) Mis ojos se iban entre la ventana y el baño. Me quedé así por algún tiempo. Sólo me quedé donde estaba y gritaba. Entonces oí un ruido en el interior del baño (...) Antes de darme cuenta, había disparado cuatro tiros a la puerta", aseguró.
Pistorius afirmó que continuó gritando a Steenkamp que llamara a la policía, pero poco a poco comenzó a darse cuenta que ella no respondía y que podía ser la persona que estaba detrás de la puerta. Mientras detallaba al tribunal cómo abrió a golpes la puerta para acceder al baño, el atleta rompió en llanto en el estrado y empezó a sollozar inconsolablemente, lo que llevó al juez Thokozile Masipa a suspender la audiencia por el día.