El banquillo del Granada era el último que quedaba por ocuparse después de un ajetreado baile de entrenadores y ha ido a parar a las manos de Paco Jémez, el técnico canario que salió del Rayo Vallecano tras el reciente descenso del conjunto madrileño. Se afianza así la supremacía de los entrenadores nacionales en la mejor liga del mundo, ya que hasta quince de los técnicos serán nacidos en España. Otros cuatro (Diego Simeone, Gustavo Poyet, Jorge Sampaoli y Eduardo Berizzo) serán también hispanoparlantes y solamente uno no tendrá el castellano como idioma matriz, aunque se trata de Zinedine Zidane, de sobrada y conocida trayectoria en nuestro país. De este modo quedan desterrados los entrenadores centroeuropeos que habían protagonizado últimamente severos problemas de comunicación con sus jugadores y con la prensa.
Sin duda el movimiento del verano ha sido la marcha de Unai Emery del Sevilla al Paris Saint Germain. El técnico vasco, uno de los más laureados de la historia del conjunto hispalense, se marchó de imprevisto dejando al club con moco margen de reacción, aunque en un nuevo ejemplo de buena gestión el Sevilla consiguió hacerse con Jorge Sampaoli, reputado técnico que le dio a Chile su primera Copa América el verano pasado. Otra de las polémicas estuvo en torno al Deportivo de La Coruña. Después de la complicada salida de Víctor Sánchez, el conjunto gallego no pudo contratar a ninguna de sus opciones y terminó entregándole el puesto a Gaizka Garitano, el técnico que ascendió y posteriormente dejó en puestos de descensos al Eibar. El resto de cambios de entrenador se han producido en el Espanyol, donde Quique Sánchez Flores sustituye a Galca, en el Málaga, donde Juande Ramos sustituye a Javi Gracia, en el Betis, donde Gustavo Poyet reemplaza a Juan Merino, y en el propio Granada, donde la llegada de Jémez cubre la baja de José González.
Dudas en el Alavés
Mientras que tanto Leganés como Osasuna mantendrán a los técnicos que les hicieron ascender a Primera División (Asier Garitano y Enrique Martín respectivamente) las dudas se ciernen sobre el campeón de la división de plata, el Alavés, ya que la permanencia de José Bordalás está en duda a pesar de que el técnico que subió al equipo aún tiene un año más de contrato. El nuevo director deportivo del equipo vasco podría estar pensando en algún técnico con más experiencia en Primera, como Joaquín Caparrós o Pepe Mel, lo que supondría el séptimo cambio de entrenador del verano. Donde no hay variación es en los seis primeros clasificados de la pasada temporada. Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid, Villarreal, Athletic y Celta mantendrán a sus técnicos, así como otros cinco equipos de los que la temporada pasada ya estaban en Primera División.
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