"Ya hablaremos con los abogados del Madrid, que son los mismos que nos defendieron". La frase de Josep María Bartomeu, presidente del Barcelona, destilaba un malestar indisimulado hacia Pintó Ruiz & Del Valle, el bufete catalán que ha conseguido que el TAS disminuya a una ventana de fichajes la sanción de la FIFA hacia el Real Madrid por la contratación de menores.
Este equipo de defensa legal, el mismo al que acudieron en su día los culés para idéntica misión, no consiguió entonces evitar que el Barça no pudiera fichar ni en el invierno de 2014 ni en el verano de 2015. Por ello, Bartomeu interpreta esta última resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo, que obliga ahora a recular parcialmente a la FIFA con respecto al Real Madrid, como un agravio comparativo.
Esto se recrudece, piensan, por el hecho de que José Juan Pintó Sala, mascarón de proa del bufete, es precisamente una figura ilustre en Cataluña. Socio del Barcelona y accionista del Espanyol, es hijo de una institución como José Juan Pintó Ruiz, también abogado y, además, eminente ejecutivo de banca (fue presidente de la hoy extinta Caja de Barcelona y, tras la fusión en 1990 con la Caja de Pensiones, co-presidente de La Caixa, presidente de la Fundación La Caixa y presidente del Banco de Europa).
Casos como el de los dos hijos de Zidane hacían la apelación blanca menos intrincada que la culé
Pintó Sala, con todo, ha demostrado durante su carrera en la abogacía ser un profesional de una equidad difícilmente reprobable. Sin ir más lejos, ya actuó contra los intereses barcelonistas defendiendo al Manchester United en el 'caso Piqué', en el que los ingleses litigaron contra los españoles tras la repesca del central por parte del equipo que entonces entrenaba Pep Guardiola.
En esta ocasión, su rectitud ética no ha sido menor. Su equipo de trabajo, compuesto por seis personas, ha escarbado en las endebleces de la sanción de la FIFA al Real Madrid y ha conseguido rebajarla deportiva y económicamente. Recordemos que, tras 51 casos estudiados en Valdebebas, se consideró que los merengues cometían irregularidades en la contratación de un total de ocho jugadores menores de edad. Theo y Elyaz, los dos hijos menores de Zidane, eran los salpicados que más chirriaban. El argentino Benjamín Garay, el marroquí Achraf Hakimi, el holandés Mink Peeters, el rumano Binu Bairam y los venezolanos Godoy y Macías fueron los otros señalados.
La lista negra del Barcelona, que en su día fue de nueve jugadores (tres coreanos, dos franceses, un japonés, un camerunés, un holandés y un estadounidense), tenía una más complicada justificación legal y el TAS terminó en diciembre de 2014 por rechazar la apelación culé. Pintó Ruiz & Del Valle desplegó entonces todas sus armas jurídicas, pero ahora desde la zona noble del Camp Nou piensan reprochar al bufete que ese esfuerzo no fue suficiente.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación