Deportes

De la cancha a la inmobiliaria sin descuidar el swing: el ocio y el negocio de Nadal tras colgar la raqueta

El extenista balear levanta un imperio empresarial y se vuelca en su academia, su familia y su amada Manacor

El 20 de noviembre de 2024. Ese día que, según L'Equipe, 'La Tierra se paró'. Uno de los mejores tenistas de todos los tiempos ponía punto final a toda una envidiable y prodigiosa carrera profesional. Nadal se quitaba por última vez la cinta de la cabeza.

"Me voy del tenis profesional habiendo encontrado muchísimos amigos en el camino. Me voy con la tranquilidad de que, de alguna manera, he dejado un legado no solo deportivo, también personal, porque entiendo que el cariño que recibo alrededor del mundo, si fuera solo por lo que he hecho en la pista, no sería el mismo", señaló durante su homenaje en la pista del Palacio de Deportes José María Martín Carpena.

Detrás quedan 22 Grand Slam (14 de ellos sobre la tierra de París), 36 Masters 1.000, las cinco Copa Davis que ha levantado con España (2004, 2008, 2009, 2011, 2019) y así hasta 92 títulos ATP logrados desde su debut en aquel 29 de abril de 2002 en el ATP de Mallorca. Increíble. Mención aparte merece su estatus como nombre y como figura del deporte, en general. En los Juegos Olímpicos, Nadal ha ganado dos medallas de oro: en los Juegos de Pekín 2008 en individuales y en los Juegos de Río de Janeiro 2016 en dobles junto a Marc López. Eso hizo que el año pasado, en París 2024, Francia optara por él en el relevo final de la prestigiosa antorcha olímpica.
Rafa Nadal portando la antorcha olímpica en los Juegos de París 2024
Rafa Nadal portando la antorcha olímpica en los Juegos de París 2024 | EFE

Pero si algo tiene Nadal es que su legado -imborrable y eterno pase lo que pase- va mucho más allá de los trofeos. El mallorquín no solo será recordado por sus hazañas deportivas, también lo hará por su humildad, su espíritu de lucha y su carácter dentro y fuera de la cancha, así como por la nueva vida que el exnúmero uno del tenis ha empezado a construir desde aquel último partido disputado en Málaga.

Manacor, el epicentro de la nueva vida de Rafael Nadal

El extenista español nunca ha ocultado su amor por Manacor, la ciudad que lo vio nacer, crecer y donde siempre ha encontrado refugio entre tanta agitación deportiva. Ahora, tras su retirada del tenis profesional, este rincón de Mallorca no solo es su hogar. Manacor se ha convertido en el centro neurálgico de su nueva vida.

Rodeado de su familia y amigos de toda la vida, tras décadas enteras viajando por el mundo, su retirada le permite además disfrutar más de su faceta más íntima: el tiempo con su esposa Mery Perelló y su hijo Rafa Nadal Jr. Lejos del foco mediático y del ajetreo de las grandes ciudades, en Manacor ha pasado a vivir con una rutina más pausada, en contacto con la naturaleza y el mar, dos de sus grandes pasiones.

Uno de los pilares sigue siendo la Rafa Nadal Academy by Movistar -de la cual Rafa Nadal vendió el 44.9% a GPF Capital por unos 94 millones de euros-, el ambicioso centro de alto rendimiento que inauguró en 2016 en su ciudad natal. Comenzó como un sueño personal y se ha convertido en un referente internacional para la formación de jóvenes tenistas y un punto de encuentro para estrellas del tenis mundial. La academia no solo ofrece entrenamiento de élite, sino que también ha diversificado su oferta con programas educativos y formación personal para jóvenes deportistas.

Rafa Nadal durante un speech en la escuela deportiva que lleva su nombre | EFE

Además, el complejo ha ido creciendo con la incorporación de un hotel, un museo que exhibe los trofeos y recuerdos de la carrera de Rafa y un centro de bienestar deportivo que atrae tanto a aficionados como a los profesionales del deporte.

Todo un imperio empresarial en constante expansión

El compromiso de Nadal con su tierra no se limita solo al deporte. En los últimos años ha diversificado sus inversiones en Mallorca, especialmente en el sector turístico y hotelero. Su familia ha estado históricamente vinculada a la gestión de restaurantes y negocios en Baleares y Nadal ha prolongado esa línea con la apertura de complejos turísticos de lujo y acuerdos con marcas internacionales de gran prestigio.

Uno de sus proyectos más destacados es la colaboración con Meliá Hotels para la apertura de hoteles en diversas partes del mundo, aunque con especial foco en su isla natal. Además, ha apostado por la compra de propiedades exclusivas en la costa mallorquina, un mercado que ha experimentado un gran auge últimamente.

Su holding, Aspemir, también gestiona un amplio abanico de negocios que penetran hasta el sector inmobiliario y las energías renovables. En el ámbito de los hoteles, su colaboración ya mencionada con Melià Hotels ha dado lugar a la marca ZEL, con la que prevé abrir más de 20 establecimientos en los próximos años. Además, posee dos hoteles de lujo en Cozumel (México) y ha expandido su modelo de academia a otros países de diferentes continentes como Kuwait, Hong Kong, Egipto o Albania.

Rafa Nadal durante una rueda de prensa a un torneo del circuito ATP | EFE

En el ámbito de la restauración, Nadal es socio de la cadena de restaurantes Tatel, presente en ciudades como Madrid, Miami, Ibiza Riad. También lo es de Totó, una propuesta de cocina italiana que cada vez está ganando mayor popularidad. A todo ello hay que sumarle que el exnúmero uno del mundo ha invertido en la aplicación Playtomic, plataforma líder en la reserva de pistas de tenis y pádel, consolidando así su continua reiteración y compromiso por el deporte. De la misma manera, como embajador, Nadal ya trabaja en abrir una sede de su academia en Arabia Saudí.

Mery y Rafa Jr: los dos grandes motores de su nueva vida

Aunque su agenda sigue siendo intensa, Nadal está disfrutando de aspectos de la vida que durante años quedaron en un segundo plano debido a la exigencia del circuito profesional. Ha retomado el fútbol, su otro gran amor y no es raro verle en partidos de amigos en Mallorca. "Soy malísimo, pero me lo paso bien", bromea.

Su familia, especialmente su esposa y su hijo, ocupa ahora un lugar prioritario en su día a día. "Disfruto mucho de mi tiempo con ellos. Antes, por la competición, no podía estar tanto en casa", ha reconocido. También se permite pequeños placeres, como navegar por las aguas de Baleares o acudir a eventos deportivos como espectador, algo que antes le resultaba casi imposible. "No he vuelto a coger una raqueta desde entonces, porque hay que darle tiempo a las cosas", asumió Nadal recientemente, en un acto en el que el Comité Olímpico Español homenajeó su carrera deportiva.

Uno de los principales motores de este cambio en su vida es su hijo, Rafael Nadal Perelló, nacido en octubre de 2022. Durante sus últimos años, Nadal reconoció en varias ocasiones que quería ser un padre 'más presente' y que la paternidad había cambiado su perspectiva sobre la competición y las prioridades en su vida. Ahora, sin la presión de los torneos, puede dedicar más tiempo a su pequeño, compartir su crecimiento y mayor estabilidad con su esposa, María Francisca "Mery" Perelló.

Rafael Nadal, durante un acto de la escuela deportiva Rafa Nadal Academy | EFE

Ambos han optado por mantener una vida discreta y familiar, alejada del foco mediático, algo que ha sido una constante en su relación desde sus inicios. Mery, además de ser su compañera de vida, ha jugado un papel clave en la gestión de la Fundación Rafa Nadal. Además, ambos comparten experiencias más allá de las que Manacor permite. Su lujoso catamarán Great White, un Sunreef 80 Eco de última generación, es su vía de escape preferida cuando necesitan desconectar.

Por otro lado, su círculo de amigos sigue siendo el de siempre. Personas que han estado a su lado desde antes de la fama y con quienes mantiene una relación sólida y cercana. Las cenas, reuniones familiares y escapadas con su grupo más íntimo forman ahora parte de su día a día, algo que muchas veces tuvo que sacrificar.

No obstante, Nadal no oculta que el proceso de adaptación a su nueva vida está siendo un desafío. "Siempre he necesitado objetivos y ahora tengo que descubrir qué me motiva", ha confesado. Con 22 Grand Slams en su haber y una carrera intachable, Rafa Nadal afronta esta etapa con la misma determinación que mostró durante más de veinte años. La leyenda continúa, pero ahora fuera de las pistas.

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