La piloto Cristina Gutiérrez, la primera española que finaliza el rally Dakar en la categoría de coches, representa una historia de éxito para varias marcas de su Burgos natal, que confiaron en ella para realizar su primera incursión en el patrocinio deportivo.
Gutiérrez, varias veces campeona absoluta femenina y subcampeona de España absoluta en 2015, tuvo apenas tres meses para prepararse para el Dakar después de que la empresa organizadora, la francesa ASO, se interesara por su participación en el rally más prestigioso del mundo.
"Eso me hizo levantarme del sofá y empezar a buscar patrocinadores. Los encontramos rápido, me dieron un poco más de tiempo para pagar la inscripción y al final pude viajar", explicó a EFE la piloto burgalesa.
En la búsqueda de apoyos a su aventura, Cristina encontró el acompañamiento de un buen número de compañías, algunas de ellas vinculadas a su Burgos natal como la multinacional de componentes de automóvil Grupo Antolín, la ingeniería de automoción Gestamp, la compañía de alimentación Cerealto, o internacionales como la compañía de neumáticos BF Goodrich.
"Hay muchas empresas que han entrado porque soy burgalesa, por cariño. Vieron el proyecto bien, me apoyaron por ser mujer, por ser la primera vez, ser un sueño, pusieron riesgo en ello", recordó Cristina Gutiérrez.
9.000 kilómetros
Además del riesgo que pudiera tener la primera incursión de la piloto en una prueba tan exigente, con 9.000 kilómetros repartidos entre Paraguay, Bolivia y Argentina, se daba la situación de que muchas de las empresas que colocaron su pegatina en la carrocería del Mitsubishi Montero de Cristina Gutiérrez eran compañías sin experiencia anterior en el patrocinio deportivo.
Así lo explicaron representantes de compañías como Grupo Antolín o Gestamp, que enfatizaron tanto el empeño de Cristina como la "visibilidad global" que aporta una prueba como el Dakar a empresas del sector del automóvil.
"Nos pareció una idea muy interesante, un evento relacionado con el motor, con visibilidad global. Grupo Antolín está presente en 26 países, nos iba como anillo al dedo", explicaron fuentes de la compañía, que enfatizaron que era su primera experiencia apoyando a una deportista de élite.
"Internamente los empleados seguían mucho a Cristina, estaban orgullosos, es un intangible que nos vale mucho"
"El reto de Cristina de intentar ser la primera mujer española que terminaba el Dakar en coches nos parecía, de por sí, apasionante. Es una satisfacción haber estado a su lado para conseguir que lo hiciera realidad", mencionan desde Gestamp, presente en 20 países y tampoco habitual del patrocinio deportivo.
La conexión geográfica de las empresas con Cristina Gutiérrez no solo derivaba de su procedencia geográfica, sino también de la nacionalidad del vehículo con el que completó el Dakar 2017, un Montero de la marca Mitsubishi, cliente de Grupo Antolín y procedente de un país, Japón, con el que Gestamp también está vinculado.
Para las compañías, el éxito de Cristina no solo ha sido una fuente de comunicación externa, con las presentaciones del patrocinio, su puesta de largo antes de la carrera y el seguimiento de sus avances a través de las redes sociales; sino que también ha sido una fuente de comunicación interna con sus empleados.
"Internamente los empleados seguían mucho a Cristina, estaban orgullosos, es un intangible que nos vale mucho. Nos entusiasmó con sus ganas y su vitalidad", aseguran desde el Grupo Antolín.
Ambas compañías destacan que su apoyo a una piloto que compite en una prueba como el Dakar es una muestra de la pujanza del sector español de componentes para automóviles.
"Que empresas del sector del automóvil españolas como Antolín o Gestamp apostemos por apoyar a esta piloto que compite en una prueba global es un buen ejemplo de lo que hace cada día nuestro sector español de componentes, con compañías muy internacionalizadas, que se enfrentan a retos globales", destacan desde Gestamp.
Conseguido el reto de concluir el rally más famoso del planeta, las compañías reconocen que su apuesta estaba originalmente planteada para el corto plazo; pero Cristina demuestra su ambición poniéndose un nuevo hito en la próxima edición.
"Desde allí he visto mucha difusión de mi participación, para ser la primera vez no puedo pedir más. Espero que (las empresas) estén contentas, sigan con el proyecto y podamos hablar de un Dakar 2018", deseó la piloto burgalesa.
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